Vuelva y enfrente lo que hizo en el centro de tortura y detención «Villa Grimaldi»

Así inició todo

A los 20 años Carlos Guerrero, estudiante de Historia de la Universidad de Chile y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), el día 31 de diciembre de 1974 iba a la casa de su amigo Manuel Cuadra, al ver que su casa estaba siendo allanada por agentes de la DINA intentó huir.

Olga Sánchez, madre de Manuel declaró que cuando se encontraba comprando: “Sentí balas; entonces salí y vi que venía Carlos Guerrero corriendo seguido por cuatro personas: tres de civil y un Teniente de Ejército, lo nombraban “Teniente Pablo”. Esas personas le disparaban, entonces a mitad de cuadra, por Simón Bolívar, lo alcanzaron…vi que ya lo traían, venía afirmado por dos individuos y sangraba por las piernas y la cabeza…iba pasando una camioneta y ahí lo tiraron de boca y como le pegaban culatazos, la gente que miraba se indignó, pero el Teniente sacó un  revólver y dijo “¿quién es la que se atreve a defender a estos asesinos?”

Los agentes de inteligencia lo detuvieron y fue trasladado a uno de los 1168 lugares públicos y privados que fueron utilizados por la Dictadura para perpetrar delitos de deshumanidad. Llegó a Villa Grimaldi, que se considera uno de los centros de tortura y detención más grandes que hubo en Chile.

Cuadra -su amigo- fue detenido ese mismo día y compartió reclusión con Carlos. En su declaración comentó que estuvo junto a él en una «cajonera», allí pudo ver directamente que tenía las heridas a bala infectadas, se le había aplicado corriente en ellas, sostuvo.

Rodrigo del Villar Cañas, detenido semanas después fue encerrado en «Las Casas Corvi» piezas de 80 x 80 cm., y compartió celda con Carlos Guerra; en la declaración dada en el juicio recordó el estado de su compañero de celda y mencionó que se encontraba muy golpeado, además, estaba herido a bala en una pierna, no podía sostenerse en pié, estaba convencido de que lo iban a matar, le comentó Carlos.

El 25 de enero de 1975 fue sacado de ese centro de tortura junto a otros detenidos del MIR, y desde ese día se pierde todo rastro de su paradero, después de haber estado detenido durante 90 días.

¿Quiénes fueron los responsables? En octubre del año pasado, la sala penal de la Corte Suprema condenó a 15 años de prisión a: Juan Contreras, Pedro Espinoza, Rolf Wenderoth, Fernando Lauriani, Gerardo Godoy, Marcelo Morel y Daniel Cancino por ser autores del delito de secuestro calificado.

Este último, fue agente de la DINA y Prefecto de la Policía de Investigaciones. Luís Gutiérrez Uribe -también agente de la DINA- en el proceso judicial dio a conocer antecedente que permiten saber más acerca de él. Dentro de la DINA había brigadas, Uribe recuerda que Cancino era “el segundo a bordo” en la agrupación “Vampiro” –primero estaba Fernando Lauriani- como sabía más, él era quien, en definitiva, guiaba al grupo y cuando Lauriani se fue, Cancino se hizo cargo.

¿Por qué hablar solo de él?. El 5 de este mes, el jefe de la agrupación “Vampiro» debía presentarse en el penal Punta Peuco junto a los agentes Rolf Wenderoth y Fernando Lauriani, para cumplir reclusión. A 25 días de la fecha Daniel Cancino no aparece y se encuentra prófugo de la justicia, por eso hablamos de quien hoy no ha hecho frente a su actuar en los centros de tortura y detención.

Según el diario digital El Mostrador, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro se mostró preocupada por la decisión del Ministro en Visita -Leopoldo Llanos- de dejar sin efecto la orden de aprehensión que se había levantado en su contra. Sin embargo, sigue siendo prófugo al no presentarse en Punta Peuco.