Por: Nathalie Joignant Pacheco, candidata a Gobernadora RM.
La brutal pandemia que hoy vivimos ha dejado al descubierto cuales son realmente las labores esenciales en nuestra sociedad, como el trabajo de recolección de basura, la pequeña agricultura, las ferias libres, la salud y en general aquellas que nos permiten sobrevivir. También ha forzado a quienes nunca estaban en casa en “horario de oficina” a mirar, ver y realizar labores que nunca habían sopesado ni someramente realizado: Cocinar una y otra vez, lavar ropa y planchar, barrer, regar, lavar ollas, limpiar el baño, lavar la loza, hacer las camas, mudar, entretener, sacar la basura, cuidar enfermos y niñes, cuidar las plantas y los animales, acompañar, unir, trasnochar. Labores que nunca han sido reconocidas ni menos valoradas.
De acuerdo al Estudio “¿CUÁNTO APORTAMOS AL PIB?”, realizado por ComunidadMujer en 2019, realizado con el objetivo de contribuir a que se reconozca el peso real de las mujeres en el bienestar social y el funcionamiento de la economía del país, se estimó en $44 billones al año el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado que no es remunerado en Chile. Las conclusiones son decidoras, “El trabajo doméstico y de cuidado no remunerado equivalía al 22% del PIB Ampliado, lo que supera la contribución de todas las otras ramas de actividad económica. A modo de ejemplo, los “Servicios financieros y empresariales” aportaron solo 11,8% del PIB Ampliado”.
La división sexual del trabajo solo ha permitido que las mujeres sean invisibilizadas y laboralmente abusadas dentro de los hogares biparentales, trabajen remuneradamente o no, sin mencionar que la mayor parte de hogares monoparentales cuenta con una mujer como jefa de hogar (84,9%), sobre las cuales recae todo el peso del trabajo. Sumado a esto, la «Radiografía al hombre cero», realizado por el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales en conjunto con ONU Mujeres y el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, muestra que, el 38% de los hombres dedicó 0 horas semanales a realizar tareas domésticas, un71% dedicó 0 horas al acompañamiento de sus hijos e hijas en tareas escolares, y un 57% de ellos dedicó 0 horas al cuidado de niñas y niños.
Con el teletrabajo, las cosas se han complicado, pero a la vez, se ha sacado nuevamente a la luz el peso del trabajo invisible y no remunerado de mujeres y niñas y la urgencia de la equidad de género en nuestra sociedad. Ya no sirve el “te ayudo”, en el Día internacional de lxs Trabajadores debemos pensar seriamente en una renta básica permanente para aquellas que permitimos que este país pueda funcionar, en pandemia o sin ella, además de seguros de salud y supervivencia, para terminar con los abusos patriarcales con la urgencia que esto requiere y hacer el cambio cultural de una vez por todas.