Es un hecho histórico: a veces sentimos que no hemos ganado nada, pero lograr que seamos los chilenos los que estamos escribiendo nuestra Nueva Constitución es el resultado de una lucha de muchos años. Una vez caída la dictadura, las demandas populares fueron silenciadas en pasillos oscuros donde se negociaron a cambio de beneficios a la nueva Clase Política profesional emergente.
Años y años de resistencia, marchas callejeras, represión y violencia institucionalizada. El silenciamiento de los medios de comunicación y la compra de la TV por empresas ávidas por vendernos su producto: el Neoliberalismo y de paso sus ideas y sus candidatos fueron parte del plan para hacer que le democracia no funcione y solo sea el juego de las sillas musicales entre la Derecha y La Concertación.
El resultado es una sociedad con una estructura de poder deslegitimado: desde la Presidencia de la República, donde se llegó al extremo de verla ocupada por un malandrín con prontuario, pasando por el Parlamento, donde vimos con vergüenza e indignación cómo empresarios corruptos dirigían, vía email, a sus Diputados y Senadores a sueldo.
La explosión de rabia contenida de nuestro pueblo, espontánea, sorprendente, ocurrida un 18 de octubre de 2019, en que ni siquiera los partidos de izquierda, eternos promotores de una sociedad más justa y democrática, estaban preparados para entender o asumir, nos enseñó que el Pueblo hace justicia más temprano que tarde. Esa energía es la que nos ha motivado a asumir la responsabilidad de cambiar Chile a partir de las nuevas reglas que estamos construyendo. Ya no más políticos a sueldo o políticos profesionales, que han visto en esa carrera una extensión más de sus exitosos proyectos personales individuales. Para eso NO es la representación parlamentaria democrática: ni para aventuras personales ni para sirvientes a intereses empresariales.
Necesitaremos un parlamento renovado, honesto, elegido para implementar las nuevas normas de desarrollo para los próximos 50 años al menos. Normas que se verán plasmadas en nuestra Nueva Carta Magna. La implementación requerirá de una mayoría parlamentaria comprometida con el desarrollo sustentable y justo para nuestro Pueblo. No más grupos de interés, ni privilegiados que llegan a la cima haciendo trampas, colusiones y hasta robándose los recursos públicos para darse una vida de reyes.
La Convención Constitucional aborda temas urgentes como el carácter del Estado, medio ambiente y cambio climático, justicia ambiental, Recursos Naturales y la Participación Ciudadana, los temas de Género, Diversidad, Educación, Ciencia y Tecnología, Salud Pública, Previsión social, Vivienda Digna.
Nuestra apuesta es que en esta vuelta lleguen al Parlamento representantes populares dignos y comprometidos con los problemas esenciales que aquejan a las y los Chilenos. Parar de una vez la corrupción, con sanciones efectivas a los delincuentes poderosos. No es posible que quienes roban a manos llenas los escasos recursos de nuestra tercera edad, coludiéndose para alzar los precios de los medicamentos, hayan pagado sus delitos con clases de ética, por citar un ejemplo.
No es posible que las autoridades sorprendidas cometiendo delitos o faltas graves a la ética, sigan ocupando sus mismos puestos. ¡Plebiscitos revocatorios Ya! Quién no cumple, que se retire y enfrente a la justicia. La gente tiene derecho a quitarle el poder mandatado a quienes cometen faltas graves o traicionan las promesas con las que fueron electos.
Apostamos por un parlamento que sea capaz de darle cauce a nuestra nueva Constitución, para crear una sociedad más justa, con igualdad de oportunidades, donde las verdaderas diferencias sean los talentos y habilidades de cada uno de nosotros, no la comuna o la herencia, las amistades o el colegio donde estudiaste. Que quienes por la naturaleza se ven en desventaja para salir adelante, cuenten con una sociedad que los acoja, los apañe y les permita tener una vida digna.
Una sociedad basada en la igualdad de oportunidades es una sociedad que puede prosperar en Paz.
Controlar la delincuencia solo es posible con autoridades y policiales PROBAS, dignas representantes del mandato popular.
Los ejes de nuestra campaña los puedes ver acá