Un equipo de científicos canadienses, según un estudio publicado en la revista Nature, ha demostrado que las extrañas erupciones cortas de ondas de radio cósmicas, conocidas también como ráfagas de radio rápidas (FRB, por sus iniciales en inglés), nacen dentro de las estrellas de neutrones distantes, como resultado de explosiones.
Estas ráfagas cósmicas fueron descubiertas por accidente en el año 2007, y desde entonces han intrigado a los científicos. Su comparación les hizo especular que podían ser de origen artificial y, debido a la periodicidad inexplicable en su estructura, pensaron que potencialmente podían ser señales de civilizaciones extraterrestres. Sin embargo, el reciente estudio ha refutado esta idea.
«La polarización de la radioemisión nos señaló que esta ha pasado a través de la parte magnetizada del espacio y una nube grande y densa de plasma, que intensificó la señal y le permitió llegar a la Tierra. Durante la formación de esta ráfaga, en un solo segundo se desata tanta energía como la que produce el Sol en 10 mil años», explicó el investigador Kiyoshi Masui, de la Universidad de Vancouver.
Según Masui, estos factores indican que el verdadero origen de las ráfagas son las estrellas de neutrones jóvenes. En sus profundidades se producen periódicamente explosiones que liberan una gran cantidad de energía, una parte de la cual son ondas de radio. Por el camino hacia la Tierra estas ondas atraviesan nubes de plasma, que las ‘tuercen’ y aceleran, emitiendo estas señales que hasta el momento eran misteriosas.
Fuente, RT