La empresa mexicana ROM Dynamic Biotech está trabajando en un proyecto llamado BioDymanics, que consiste en crear nanodispositivos inteligentes que transporten medicamentos para el cáncer de mama sin dañar órganos sanos, acelerando el proceso de recuperación y disminuyendo efectos adversos como la caída del cabello.
“Un medicamento tradicional recorre todo el cuerpo y puede dañar órganos sanos y la intención es que este dispositivo que lleva el medicamento se introduzca al cuerpo y ataque directamente el tejido cancerígeno”, señaló la directora del proyecto, Rebeca Gutiérrez, de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo.
De acuerdo a datos entregados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cancer de mama es uno de los que tienen mayor incidencia a nivel mundial y la causa del 15% de los fallecimientos por tumores malignos en mujeres de más de 20 años.
La investigadora comentó que la innovación está en camino de patentarse. El desarrollo consiste en añadir el medicamento a nanopartículas con forma definida y luego agregar un polímero de liberación y un ligando, que es una molécula de direccionamiento, que puede ser la PSMA, que es la célula de expresión del cáncer de mama, la cual dirige el fármaco para que llegue donde se desea.
El ligando permite localizar el tumor y atacarlo directamente. Una vez dentro, éste libera el medicamento. Con esta acción se logra disminuir daños secundarios causados por los tratamientos clásicos contra el cáncer, como vómito y pérdida de cabello. Incluso, con el uso de esta tecnología, la paciente asistiría menos a quimioterapias o radioterapias.
Además, con las nanopartículas se utilizarían menos medicamentos. “Si en un tratamiento tradicional se necesita un miligramo, con esta técnica sólo se usa el 10 o 5 por ciento”, señala la doctora. La innovación representa una mejora en la efectividad y la economía en los tratamientos contra el cáncer.
La tecnología aún está siendo probada en ensayos preclínicos y clínicos. Sin embargo, en un año se espera obtener un medicamento que pueda administrarse en pacientes con cáncer de mama y beneficie a mujeres de zonas marginadas, quienes no cuentan con los recursos suficientes.
Via NCYT