La pandemia global provocada por el nuevo coronavirus también impulsó el desarrollo de cientos de avances científicos alrededor del mundo. Desde herramientas para prevenir contagios hasta equipos para contener y cuidar a los enfermos. Desde productos para prevenir su transmisión hasta posibles vacunas que ayuden a su erradicación.
América Latina y el Caribe no se queda atrás y tiene grandes aportes que permiten luchar a capa y espada con el SARS CoV-12. La agencia Sputnik recopiló siete ideas e inventos desarrollados en la región para frenar la propagación del COVID-19.
Trajes de bioseguridad reutilizables
En el estado de Mérida, noroeste de Venezuela, un grupo de jóvenes construyó trajes de bioseguridad reutilizables para donar a los hospitales. Están hechos de un material impermeable no poroso llamado taffeta igloo, gracias a donaciones hechas por venezolanos en el extranjero.
Su creador fue John Marino García (23 años), estudiante de ingeniería civil. Mientras un traje de bioseguridad desechable cuesta aproximadamente 32 dólares, este es reutilizable y tiene un valor 30 dólares.
Desinfectante ecológico
En Perú, Omar Montalvo y Vicente Hands desarrollaron un desinfectante natural a base de eucalipto. Ambos son estudiantes de la Escuela Profesional de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andina del Cusco.
Los desinfectantes clásicos están hechos con hipoclorito de sodio (cloro) y su eso puede generar irritaciones y daños en la piel. Sin embargo, este desinfectante ecológico rompe la barrera grasosa del virus y lo elimina, sin ningún tipo de efecto secundario.
Cámara de desinfección química
En la región de Ayacucho, suroeste de Perú, construyeron una cámara de desinfección química en base a micro aspersores para COVID-19. Fue obra de un estudiante y un docente de la Escuela de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad San Cristóbal de Huamanga.
La máquina se creó a partir de materiales económicos y accesibles. Además, puede instalarse en lugares de alto riesgo de contaminación, como hospitales, mercados y centros de estudios.
Los científicos utilizaron un sistema hidráulico que mezcla agentes químicos desinfectantes a través de una compresora de aire con seis válvulas. A través de ella se emite un rocío que desinfecta las superficies del lugar donde se instale el virus.
Test serológicos para COVID-19
En Uruguay, 46 científicos desarrollaron un test serológico para COVID-19 que puede identificar a personas que padecieron la enfermedad. Todos pertenecen a las facultades de Química, Ciencias y Medicina de la Universidad de la República y del Instituto Pasteur.
La técnica utilizada se llama Elisa. Utiliza el suero de la sangre del paciente, una proteína del virus y un compuesto que revela la presencia de anticuerpos. Si el test muestra que la persona conserva los anticuerpos, entonces se determina que ya cursó la enfermedad.
Test rápido de COVID-19
En Argentina crearon un test que permite detectar casos de COVID-19 activos en 60 minutos. El prototipo fue creado por los científicos de la firma Caspr Biotech.
Se trata de un kit portátil de uso sencillo, con una forma parecida a la de un test de embarazo. Es capaz de detectar la presencia del coronavirus a través de una muestra de saliva o esputo. El proyecto fue apoyado por el BID, que aprobó financiarlo por un valor de 150.000 dólares.
Vacunas contra COVID-19
La vacuna desarrollada por el Instituto Finlay de La Habana se encuentra en fase 1 y lleva dos ensayos clínicos. Se denominó La Soberana 1 y está en la lista de posibles vacunas evaluadas por la Organización Mundial de la Salud. De aprobarse, sería la primera vacuna desarrollada en Latinoamérica y el Caribe para combatir la pandemia.
Respiradores artificiales
El alto precio y la limitada cantidad de los respiradores artificiales provocó que científicos crearan sus propias máquinas. Se conocen casos en Argentina, Ecuador, México, Colombia y Venezuela.
La agencia Sputnik reveló que, hasta mayo, los Gobiernos invirtieron unos 320 millones de dólares en su desarrollo y construcción. El dato derivó de 129 contratos de compras públicas de varios países analizados por la alianza periodística transfronteriza Centinela COVID-19.