Un estudio encontró que el 43% de las mujeres que dejan de fumar tabaco durante el embarazo, lo retoman pronto después de dar a luz. No es sorpresa el nivel de adicción que provoca la nicotina pero, ¿por qué es tan difícil dejarla? ¿Qué pasa en el cerebro durante las ansias por fumar?
La nicotina es captada en el cerebro por los receptores nicotínicos. También hay receptores canabinoides y opioides, que captan el THC y los opiáceos, respectivamente.
Estos receptores no evolucionaron para que los humanos se volvieran adictos a las drogas, pero proveen de un canal más directo para que estos químicos de origen vegetal lleguen al cerebro. Con el tiempo, los fumadores se adaptan a la presencia de nicotina y desarrollan una tolerancia que lleva a la dependencia.
Esto significa que la adicción a la nicotina de desarrolla de una manera más fundamental y química que, por ejemplo, las adicciones al sexo, Internet o el chocolate. En el cerebro no existe cosa tal como los receptores «internetinoides» o los «chocolatinoides», por lo tanto estas últimas adicciones encuentran medios más indirectos para relacionarse con el mecanismo de placer y recompensa.
No todas las personas que fuman se vuelven adictas, pero como les ocurre a las mujeres del estudio, es esta conexión química cerebral lo que hace que dejar la nicotina sea tan difícil.
Fuente, The Guardian
CCV, El Ciudadano