El Año Nuevo trae una gran lluvia de meteoros, un planeta raramente visible, una «luna azul» y un eclipse lunar total. Aquí hay algunos eventos a los que los observadores del cielo deberían estar atentos, a medida que comienza 2018.
Mercurio visible
Justo antes del amanecer del día de Año Nuevo, Mercurio será visible en el cielo. Debido a su proximidad con el Sol, el planeta solo se puede ver unos pocos días al año, cuando Mercurio alcanza el «mayor alargamiento» –incluso entonces hay una estrecha ventana de oportunidad para verlo.
Lluvia de meteoros de Las Cuadrántidas
El 3 de enero en la noche puede encontrar un área de poca contaminación lumínica, tender una manta, apagar el teléfono, abrir una botella de vino y dejar que los ojos se acostumbren a la oscuridad. Después de la medianoche, debería ser posible disfrutar de la primera gran lluvia de meteoros de 2018: las cuadrántidas. En un buen año se puede captar alrededor de 70 meteoros por hora.
Sin embargo este no será un muy buen año, debido a una luna casi totalmente iluminada. Pero si el cielo está despejado y nos ubicamos en un área remota, seguramente se podrá ver algo durante las horas previas al amanecer del 4 de enero.
La lluvia de meteoros se produce en 2003 EH1, un asteroide cercano a la Tierra que se cree que es un cometa extinto.
Luna de lobo, luna azul (superlunas) y luna eclipsada
La primera luna llena de 2018 ocurrirá la noche del 1 de enero. Será una «súper luna», es decir, estará llena mientras y en el punto más cercano a la Tierra de su órbita elíptica.
Según el Almanaque del Viejo Agricultor, los nativos americanos llamaron la primera luna llena de enero, «luna del lobo».
Cada mes comienza o termina aproximadamente con una luna llena y de vez en cuando el ciclo lunar se alinea para darnos dos lunas llenas en un mismo mes. La segunda se llama «luna azul».
La luna azul del 31 de enero será particularmente buena, ya que es una súper luna. En el oeste de Estados Unidos, a través del Pacífico y en el este de Asia, habrá al mismo tiempo un eclipse lunar total. En el ocaso, la luna atravesará la parte más oscura de la sombra de la Tierra y se volverá rojiza. No se necesitarán telescopios o gafas protectoras especiales para disfrutar este espectáculo (esto solo es necesario con los eclipses solares).
El Ciudadano, vía Mental Floss