Un equipo de arqueólogos británicos descubrió los indicios de un bosque de 7.000 años de antigüedad en las costas de Low, en Northumberland, Reino Unido.
El hallazgo de atribuye a Clive Waddington, científico de Archaeology Research Services (Servicios de Investigación de Arqueología), quien observó que la zona estudiada era abundante en especies como roble, avellano y aliso, informa RT. Los investigadores señalaron que los troncos y tocones encontrados en el área eran parte de un antiguo territorio conocido como Doggerland, que en el período geológico conocido como Holoceno, unía a la islas británicas con Europa.
Se cree que Doggerland se fue inundando gradualmente, producto de una combinación de derretimiento de hielos y actividad geológica, por un período de cientos de años.
Waddington explica a Daily Mail: «En el año 5.000 a.C. el nivel del mar aumentó rápidamente y cubrió la tierra. Las dunas de arena que allí habían fueron empujadas mar adentro, enterrando el bosque antes de que el mar volviera a retroceder un poco. Ahora, el nivel del mar está subiendo de nuevo, rediciendo las dunas y dejando el bosque al descubierto».
Durante la investigación, los arqueólogos encontraron pruebas de que los humanos también poblaron esta zona. Los indicios son huellas de adultos y niños, las que al ser analizadas, revelaron que los pies que las provocaron llevaban cierto tipo de calzado de cuero. Además de las marcas humanas, había otras de animales como jabalíes, ciervos rojos y osos.
En 2014 una extensión similar de bosques antiguos fue encontrada cerca de la villa de Borth, en Ceredigion, Gales, luego de que una tormenta de vientos arrasara con la turba que preservaba el lugar.
El Ciudadano