Paulina Lira es científica en el Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile y fue la encargada de elaborar el código que permitió medir la rotación de los agujeros negros que habitan en el infinito universo. Hasta el momento se había conseguido determinar la masa de los agujeros negros, pero no se había conseguido medir aún su estado de rotación, conocido como spin.
El hallazgo, publicado en la revista científica Monthly Notices of Royal Astronomy Society, es el resultado de un año de preparación de datos, otro de análisis y más de ochenta horas de observación de distintos objetos, según ha informado la página oficial de la Universidad de Chile. El equipo de investigación encargado de este estudio observó un total de 40 agujeros negros ubicados en galaxias especialmente lejanas a la nuestra que ya habitaban en el universo cuando éste tenía sólo el 20% de su edad actual.
La principal dificultad que se encuentran los científicos a la hora de estudiar agujeros negros es que éstos no emiten luz propia, por lo que no son fácilmente observables. Es por este motivo por lo que la atención de los investigadores se centra en los discos que se forman alrededor del agujero -discos de acreción- los cuales hacen crecer el objeto central al agregarle masa. Cuando el material cae en el interior del agujero negro se vuelve incandescente y emite un brillo muy intenso que sí que puede ser detectado por los instrumentos de observación.
El telescopio utilizado en este estudio es el Very Larg Telescope del observatorio Cerro Paranal. Gracias a esta herramienta se halló una nueva forma de medir la rotación de los agujeros negros. Tras este avance, fue posible verificar que los agujeros negros más masivos del universo -cinco mil millones de veces la masa del sol- son los que presentan mayor estado de rotación.
La astrónoma chilena Paulina Lira, fue la encargada de desarrollar el software necesario para procesar estadísticamente los datos obtenidos del X-shooter, el instrumento que se encarga de tomar medidas sobre los anillos que rodean los agujeros negros y su rotación. Gracias al trabajo de la astrónoma chilena se pudo describir el espectro de los agujeros negros junto a otros aspectos sobre estos fenónemos del universo que habían permanecido en el desconocimiento de los científicos hasta entonces.