Dos astrónomos de la Universidad de Columbia, en Nueva York sugieren que se podría usar láseres para ocultar a nuestro planeta de posibles búsquedas realizadas por civilizaciones extraterrestres avanzadas. Los científicos son David Kipping y Alex Teachey, quienes publicaron un artículo al respecto en la revista Monthly Notices, de la organización científica británica Royal Astronomical Society (RAS), fundada en 1820.
Kipping y Teachey creen que, tal como en la Tierra, los científicos extraterrestres podrían emplear técnicas para localizar nuestro planeta, parecidas a las que usa la misión Kepler. La Tierra está claramente en la zona habitable alrededor del Sol, una franja donde la temperatura es adecuada para permitir la existencia de agua líquida y ser un lugar prometedor para la vida. Es la lógica que utilizan astrónomos y astrofísicos cuando especulan acerca de la vida en otros planetas y galaxias.
Para deducir la posible existencia de planetas habitables en otros sistemas estelares, Kepler se guía por los tránsitos -la reducción en el brillo de ciertas estrellas cuando un planeta rocoso pasa directamente frente a ellas, al orbitar a su alrededor, da señales de planetas posiblemente habitables-. Los investigadores suponen que los extraterrestres usarían un método similar, para lo que han ideado enmascarar los tránsitos mediante una emisión láser controlada, con el rayo dirigido hacia el sistema solar en el cual pudieran vivir los extraterrestres. Al producirse el tránsito, el láser sería conectado para compensar la reducción de la luz.
Según los autores, emitir un láser continuo de 30 MW, una vez al año, durante aproximadamente 10 horas, sería suficiente para eliminar la señal del tránsito. La energía necesaria para emitir este rayo es comparable a la que se obtiene durante un año por la Estación Espacial Internacional (ISS). Usar una capa cromática sería algo más complicado, porque necesitaría un gran conjunto de láseres ajustables con una potencia de 250 MW en total.
Otra alternativa sería ocultar sólo las marcas atmosféricas asociadas con la actividad biológica, como el oxígeno, lo cual se puede conseguir con una energía máxima del láser de apenas 160 kW por tránsito, informa el sitio NCYT. Para otra civilización, esto debería exhibir a la Tierra como un lugar donde nunca hubo vida, se acuerdo a las especulaciones de Teachey.
Por el momento, los investigadores señalan que todo intento de camuflaje por parte de nuestro planeta tendría un carácter experimental, porque aún no hay indicios claros de haya vida inteligente en ningún otro planeta aparte del nuestro. Pero en el supuesto caso de que las señales fueran inequívocas, y los astrónomos de la Tierra detectaran un planeta alienígena albergando vida, la opción sería seguir observándolo mientras impedimos que ellos observen el nuestro.
Además de ocultarnos, los láseres podrían hacer lo contrario: modificar la forma en que la luz del Sol se reduce durante un tránsito y así llamar la atención de otros planetas con emisiones artificiales, anunciando nuestra existencia, es decir, haciendo del sistema un medio de comunicación.
Kipping dice: “Actualmente existe un debate sobre si deberíamos darnos a conocer u ocultarnos de las civilizaciones avanzadas, que viven potencialmente en planetas de otras partes de la galaxia. Nuestro trabajo ofrece a la humanidad la posibilidad de elegir, al menos en el caso de los tránsitos, y deberíamos pensar sobre qué queremos hacer”.
La humanidad ya es capaz de modificar las señales de los tránsitos y, de la misma forma, puede ser que a posibles extraterrestres se les haya ocurrido la misma idea. En ese caso, existiría la posibilidad de que estuviéramos siendo observados por una civilización que tal vez no quiera que los encontremos. Ese es el argumento que ofrecen los dos científicos: una contramedida.
Kipping y Teachey proponen que el actual programa de ‘Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre’ -que usa señales de radio-, se amplíe con la técnica que han diseñado, con el fin de buscar detalles que pudieran denotar manipulaciones artificiales de las señales derivadas de tránsitos.
El Ciudadano