Aunque el Gobierno de Estados Unidos apueste todo a frenar el avance económico de China, la estrategia que está aplicando puede irse en contra de las empresas estadounidenses.
La arremetida contra el gigante tecnológico chino Huawei comenzó en diciembre de 2018 cuando el presidente Donald Trump pidió a Canadá detener a la directora financiera de la compañía, Meng Wanzhou, y la orden se cumplió.
Después de varias amenazas y de dimes y diretes, Trump actuó y el jueves pasado incluyó a Huawei en la «lista negra» de empresas con las que las firmas estadounidenses no pueden hacer negocios sin permiso del Gobierno. Al día siguiente, le concedió una licencia temporal de 90 días para ajustar algunas cuestiones operativas.
En medio de este conflicto, la vista se dirige ahora a la estadounidense Apple, porque aumenta el riesgo de que se compliquen sus operaciones en Pekín, se reduzcan sus ventas del iPhone en el mercado de teléfonos inteligentes más grande del mundo y se interrumpa la cadena de suministro, reseñó Bloomberg.
Si la guerra comercial desatada por el mandatario estadounidense ya había impactado en los resultados negativos de la compañía gringa a finales del año pasado, como reconoció su director ejecutivo, lo que sucede este 2019 promete sumarle más cifras en rojo.
El gran detalle está en que en Pekín se ensamblan los iPhones y es en ese país donde Apple obtiene la quinta parte de sus ingresos.
Por esta razón, si el Gobierno de Xi Jinping actúa con reciprocidad y decide sancionar a la compañía de EE. UU., la pérdida de sus ganancias podría ser de casi un tercio, y más graves serían las consecuencias si le aplica restricciones a la producción.
Dan Ives, analista de Wedbush Securities, señaló que entre 3 % y 5 % de las ventas del iPhone en China podrían desaparecer en los próximos 12 a 18 meses debido a la prohibición estadounidense contra Huawei, refirió Reuters.
Además de las consecuencias directas de cualquier posible restricción que pueda aplicar Pekín, hay otro aspecto que golpeará a la empresa estadounidense: el sentimiento nacionalista.
De acuerdo con Lynx Equity Strategies, ésta sería una de las razones que muy probablemente afecten las ventas de Apple en el país y lleven a la compañía a no cumplir con sus pronósticos fiscales del tercer trimestre.