El año pasado fue el más caluroso de la historia, desde que se tiene medición. Esto continúa una tendencia al alza que resulta directamente de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la actividad humana.
La clave para las mediciones son los océanos; ellos absorben más del 90% del calor generado por los gases de efecto invernadero, por lo que si se desea medir el calentamiento global, realmente se debe medir el calentamiento del océano.
Hay otras formas de medir el cambio climático, pero ninguna es tan convincente como esta. Las temperaturas del aire se reportan más comúnmente en los medios como evidencia del calentamiento global, pero el problema con esto es que son muy erráticos. Si bien hay una tendencia de temperaturas del aire más altas a largo plazo, cualquier año puede ser más cálido o más frío que el anterior.
Así que los océanos son clave y nos están contando una historia clara. Los últimos cinco años fueron los cinco más calientes de la historia. Las cifras son enormes: en 2018, el calor oceánico adicional en comparación con una línea de base de 1981-2010 ascendió a 196,700,000,000,000,000,000,000 julios (unidad para medir energía, trabajo y calor). La tasa actual de calentamiento del océano es equivalente a cinco bombas atómicas del tamaño de Hiroshima que explotan cada segundo.
Las mediciones se publicaron en la revista Advances in Atmospheric Sciences en un artículo de Lijing Cheng y un equipo del Instituto de Física Atmosférica en China, junto a colaboradores de todo el mundo. El artículo registra la historia del calor del océano hasta finales de la década de 1950, mostrando un aumento constante.
El calentamiento del océano es una prueba incontrovertible del calentamiento global y las consecuencias son reales. En primer lugar, el agua más caliente se expande, provocando un aumento en los niveles del mar: aproximadamente un tercio del aumento en las aguas del océano ha resultado del calor absorbido desde la atmósfera. Los científicos esperan un aumento de aproximadamente un metro del nivel del mar para finales de siglo, lo que sería suficiente para desplazar a 150 millones de personas en todo el mundo.
El calentamiento de las aguas también hace que las tormentas sean más poderosas. Recientemente, en EE.UU, ha habido huracanes que pasan sobre aguas oceánicas extremadamente cálidas, lo que los sobrecarga, aumentando el daño que causan. Otros tipos de tormentas y lluvias torrenciales también están aumentando las inundaciones en todo el mundo. En pocas palabras, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero han causado pérdidas de vidas y propiedades. Todos somos responsables, pero las personas que han negado los hechos de la ciencia ambiental y sus soluciones, tienen una responsabilidad especial.
No solo los humanos están sufriendo -y sufrirán más en el futuro; el calentamiento de los océanos está causando tremendos problemas para la vida marina, particularmente los arrecifes de coral. Si continuamos calentando el planeta, podemos esperar perder gran parte de estos arrecifes y de las poblaciones de peces y vida marina.
Este tema parece un disco rallado. Cada año los científicos presentan la evidencia y abogan por la acción, pero la verdad es que no se está haciendo lo suficiente. Todavía podemos hacer frente al cambio climático, pero debemos actuar de inmediato. Tenemos los medios para hacer una diferencia, solo nos falta la voluntad.
Fuente: The Guardian