Un hombre que buscaba donde hacer sus necesidades, se encontró por accidente con la evidencia más antigua que se conozca de un asentamiento de aborígenes en Australia.
El descubrimiento ocurrió cuando Clifford Coulthard, perteneciente al pueblo Adnyamathanha, estaba inspeccionando los desfiladeros del área y tuvo la necesidad de encontrar un lugar para usar como baño, informa The Independent. En esa búsqueda se topó con un sitio en un terreno árido, conocido como Warratyi, que demostró que los aborígenes australianos se asentaron en el lugar hace 49.000 años, 10.000 años más temprano de lo que se sabía hasta ahora.
El refugio está 550 kilómetros al norte de Adelaida y contiene las primeras evidencias confiables de interacción humana con la megafauna (animales grandes).
El líder del estudio, Giles Hamm, arqueólogo asesor y candidato a doctor de la Universidad La Trobe (Australia), estaba trabajando con Coulthard cuando encontró el sitio.
«Salir del auto para ir al baño desembocó en el descubrimiento de uno de los sitios más importantes de la prehistoria de Australia», dijo Hamm a ABC. «Cliff caminó hacia esta hondonada y encontró este impresionante manantial rodeado de arte rupestre».
Hamm explica que ambos notaron un refugio de roca con el cielo ennegrecido y supieron de inmediato que se trataba de una señal de actividad humana. Pero aparte de suponer que grupos humanos habrían usado el refugio y encendido fuego en él, los investigadores no tenían idea de la importancia que el sitio podía tener.
El coautor, profesor Gavin Prideaux, también notó huesos de un animal extinto parecido a un wombat, el Diprotodon optatum, y huevos de alguna antigua ave gigante, lo que sería un indicador de que los humanos no fueron responsables de la extinción de la megafauna.
Prideaux dice que el estudio, publicado en Nature, «rompió varios paradigmas sobre los indígenas australianos».
«Las personas se establecieron en el sur árido de Australia hace aproximadamente 50.000 años y tenían toda esta impresionante tecnología, mucho antes de lo que pensábamos», explica el investigador.
Michael Westaway, paleoantropólogo de la Universidad de Griffith, quien participó recientemente en un estudio genómico que confirmó que los aborígenes australianos descienden de los grupos más antiguos que emigraron al continente, dijo que «existe una visión eurocéntrica de que la cultura material en Australia es simplista y retrógrada, pero [estos hallazgos recientes] ayudan a reescribir esa historia».
Coulthard, quien encontró las evidencias de arte rupestre, dijo que alguna vez trabajó cerca de Warratyi cuando era un adolescente, y que las personas del lugar le habían contado sobre antiguos asentamientos en el área.
Coulthard olvidó esta historia más tarde, pero cree que «los espíritus me mostraron el camino» y cuenta que el pueblo Adnyamathanha está feliz y orgulloso con el descubrimiento.
El Ciudadano