Beneficio de la reproducción sexual: nos hace menos propensos a las enfermedades a largo plazo

Un estudio canadiense sugiere que tras generaciones, nuestra mezcla genética nos hace menos propensos a desarrollar enfermedades. El equipo utilizó repositorios de datos genéticos multinacionales y canadienses para realizar el estudio, los hallazgos señalan que las tendencias de los seres humanos a las enfermedades gradualmente disminuyen con la reproducción sexual.

Beneficio de la reproducción sexual: nos hace menos propensos a las enfermedades a largo plazo

Autor: Sandra Segall

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Por décadas, se han sugerido teorías de la ventaja genética de la reproducción sexual, pero ninguna se había verificado en los seres humanos – hasta ahora. Los investigadores de la Universidad de Montreal y el Centro de Investigación de Sainte-Justine (Canadá) han mostrado como las predisposiciones de la humanidad a las enfermedades disminuyen gradualmente cuanto más mezclamos nuestro material genético. Este hallazgo, fue posible por la disponibilidad de repositorios de muestras biológicas y datos genéticos de los distintos pueblos a nivel mundial que se ha producido en los últimos años.

Lo que ya sabíamos

Como los seres humanos procrean generación tras generación, el intercambio de material genético entre el hombre y la mujer hace que nuestra especie evolucione poco a poco. Los cromosomas de la madre y el padre se recombinan para crear los cromosomas de su hijo (cromosomas son los bloques de construcción más grandes de los genomas). Sin embargo, los científicos saben desde un tiempo, que los genomas de los padres no se mezclan uniformemente. Los cromosomas se recombinan con frecuencia en algunos segmentos del genoma, mientras que la recombinación es menos frecuente que en otros. Estos segmentos de poca frecuencia de recombinación eventualmente realizan el mismo proceso como hacen los otros segmentos de alta repetición, pero se demorarán muchas más generaciones.

Los hallazgos

Más específico, el equipo de investigadores canadienses, liderado por Philip Awadalla, descubrió  lo siguiente: los segmentos del genoma humano que no recombine tan a menudo como los otros, también es más propenso a llevar una proporción significativamente mayor de las mutaciones genéticas que habilitan las enfermedades. Hasta que el cromosoma recombine finalmente, estos segmentos acumulan más y más mutaciones malas. Quiere decir, en términos de susceptibilidad a las enfermedades, nuestro material genético en realidad empeora, antes de mejorar.

Afortunadamente, las mutaciones de habilitación de las enfermedades finalmente se barajan de nuestro código genético a través de la reproducción sexual.

«Pero como estas mutaciones se apoyan en los segmentos menos dinámicos de nuestro genoma, el proceso puede potencialmente demorarse cientos de generaciones,» explicó el Dr. Awadalla.

¿Por qué estos resultados son significativos?

«Este descubrimiento mejora nuestra comprensión de cómo nosotros, como seres humanos, llegamos a ser más o menos propensos a desarrollar o de contraer enfermedades,» dice el Dr. Awadalla.

También indica a los científicos más precisamente dónde centrarse en el genoma humano para encontrar mutaciones permitiendo las enfermedades, agregó Awadalla, algo que debería acelerar el descubrimiento e identificación de mutaciones asociadas con enfermedades específicas. Los investigadores y las autoridades de salud, a su vez podrían ser capaces de aplicar esta nueva información para desarrollar tratamientos y programas de prevención más eficaces.

La ciencia detrás de los hallazgos

Dr. Awadalla y su equipo estudiaron los genomas secuenciados de cientos de personas en el repositorio de datos genéticos de Canadá, CARTaGENE, y el proyecto multinacional “Proyecto 1000 Genomas.” Ellos encontraron que la proporción de mutaciones asociadas con las enfermedades fue significativamente mayor en los segmentos de baja recombinación conocidos como “puntos fríos” en relación con regiones de alta recombinación, y que las malas mutaciones en estos puntos fríos eran generalmente más perjudiciales que las mutaciones en los segmentos de alta recombinación.

A través de los programas de 1000 Genomas y CARTaGENE, el equipo podría comparar este fenómeno a través de cuatro cuencas de población actuales: africanos, asiáticos, europeos y canadienses de ascendencia francesa. Cada uno de estos grupos genéticos exhibe el comportamiento anterior en diversos grados. Individuos africanos mostraron la menor proporción relativa de enfermedades asociadas a mutaciones en puntos fríos de su genoma, y los europeos occidentales muestran la más grande.

Fuente: ScienceDaily


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