Cadáver del siglo III, cuya lengua fue amputada y reemplazada por una piedra, intriga a arqueólogos

Acercamiento de la cabeza del hombre con la piedra entre sus mandíbulas. Foto: Historic England

De un sitio mortuorio romano-británico en Northamptonshire, Inglaterra, emerge el descubrimiento de una macabra mutilación: el esqueleto de un hombre cuya lengua fue amputada y reemplazada por una piedra plana.

El hombre fue enterrado de cara al suelo, y los arqueólogos creen que fue probablemente por el temor de que su cuerpo se levantara a amenazar a los vivos, según informa The Guardian.

El sitio fúnebre, en el pueblito de Stanwick, cerca del río Nene, data del siglo III o IV, cuando las personas habrían vivido en pequeñas comunidades agrícolas. Fue descubierto en 1991, pero solo ahora los arqueólogos y otros especialistas de la organización Historic England han comenzado a investigar.

Simon Mays, biólogo de esqueletos humanos en Historic England, dijo al diario The Guardian que se cree que una mutilación como esta es única en la cultura romano-británica. «Esto no es algo que hasta ahora se haya identificado en los registros arqueológicos… El hecho de que el hombre haya sido enterrado cabeza abajo es consistente con alguien cuyo comportamiento pudo haber sido considerado extraño o amenazante para una comunidad».

Se cree que el hombre tenía unos 30 años al momento de su muerte. Una teoría es que tenía alguna enfermedad mental y que se habría cortado su propia lengua. la otra es que la amputación haya sido alguna forma de castigo.

«Hay códigos de la ley germana que hablan de cortar la lengua a las personas por esparcir acusaciones maliciosas contra otros. En este momento estamos estudiando esto, pero no sé si hay alguna ley romana para este efecto», explica Mays.

Investigadores creen que el hombre del cementerio de Stanwick, del siglo III o IV, tenía unos 30 años. Foto: Historic England

Los arqueólogos explican que en otros sitios de entierro se han hallado cadáveres a los que les faltan partes del cuerpo que han sido reemplazadas por objetos. Hasta el momento, los investigadores han identificado 10 de estos y la mayoría son decapitaciones con una roca en lugar de cabeza. Estos descubrimientos permitieron a los arqueólogos suponer que al esqueleto del hombre que ahora están estudiando se le amputó la lengua, porque en su lugar hay una piedra plana.

Luego, los estudios de los huesos confirmaron esta teoría. «Si le cortas la lengua a alguien, la boca se llena de bacterias, lo que probablemente cause una infección. De hecho encontramos evidencia de una infección en los huesos y esto parece apoyar la idea», dice Mays.

El investigador explica que la sola idea de reemplazar una parte anatómica de un cadáver ya es un fenómeno interesante y las especulaciones todavía no dan con una hipótesis más allá de lo evidente.

En algunas ocasiones se ha hallado cuerpos enterrados boca abajo en cementerios de los períodos romano tardío y sajón antiguo. Algunos arqueólogos argumentan que estos cadáveres pueden haber sido considerados un peligro para la comunidad. Mays dice que «es una forma de evitar que el cuerpo se levante de la tumba y amenace a los vivos». También dicen que ha habido otros ejemplos de cadáveres con una roca en sus bocas, pero estos con mucho más tardíos.

Aunque el esqueleto fue hallado originalmente en 1991, solo ahora existen los recursos para estudiarlo en un laboratorio, bajo control y en óptimas condiciones para preservar la evidencia, publica The Guardian. El cementerio en que fue descubierto, albergaba en total a 35 cadáveres.

El Ciudadano