Investigadores del Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer dieron a conocer que un 38% de las muertes por cáncer en Australia podrían ser evitadas con simples cambios que implican dejar de exponerse tanto a los elementos que provocan esta enfermedad.
El cáncer es un grupo amplio de dolencias que se originan en diversas causas. Algunas son genéticas, otras están conectadas con las elecciones en el estilo de vida y otras se relacionan con virus e infecciones. El equipo científico analizó 44.000 casos de muertes por la enfermedad en Australia en 2013 y encontró que una buena parte de ellas pudieron haber sido evitadas. El estudio se publicó en International Journal of Cancer.
«Mientras muchos casos de cáncer la muerte es inevitable, este estudio destaca lo que hemos sabido por años: el cáncer no siempre es un asunto de genética o mala suerte. El estudio muestra que, en teoría, cerca de 17.000 muertes por cáncer podrían prevenirse cada año si las personas siguieran las recomendaciones para reducir la exposición a los factores de riesgo», dice en un comunicado el Profesor David Whiteman, autor senior del estudio. «Hay mucho que la gente puede hacer para reducir su riesgo de desarrollar cáncer y morir por esta causa», agrega.
El equipo estudió una serie de factores de riesgo modificables, tales como el tabaquismo activo y pasivo, el tipo de dieta que seguían las personas, el consumo de alcohol, la obesidad, el nivel de exposición al sol, los cambios hormonales y las infecciones.
«Por lejos, la mayor causa prevenible de muertes por cáncer en Australia es el humo de tabaco. El cáncer causado por el tabaquismo y el tabaquismo pasivo mató a 9.921 personas en 2013 y representó el 23% de todas las muertes por cáncer», explicó Whiteman.
«Los otros factores principales fueron la mala alimentación, el sobrepeso u obesidad y las infecciones, que causaron aproximadamente el cinco por ciento de todas las muertes por cáncer en 2013», agregó.
Según los investigadores, los cánceres de pulmón, intestino, piel, hígado y estómago fueron los que podrían haberse evitado. Los investigadores también descubrieron que los hombres son más propensos a sufrir formas de cáncer que podrían evitarse. En promedio, los hombres fuman, beben, pasan más tiempo bajo el sol y comen peor que las mujeres.
Las recomendaciones del estudio van para los australianos, donde se realizó el estudio, pero se aplican a cualquier país occidentalizado y con costumbres urbanas modernas.
«Si fuma actualmente, busque asesoramiento sobre cómo dejarlo», dice el autor. «Limite su consumo de carnes rojas y procesadas e incorpore frutas, verduras y fibra adicional en su dieta. La mayoría de los australianos no hace suficiente ejercicio, así que comience a introducir una actividad física simple en su rutina y apunte a mantener un peso corporal saludable. Finalmente, recuerde siempre protegerse del sol», agregó Whiteman.
Su conclusión es que «incluso pequeñas mejoras en estas áreas reducirían sustancialmente el número de personas que mueren prematuramente de cáncer cada año».
El Ciudadano, vía IFLScience