El radiotelescopio esférico de apertura de quinientos metros (FAST), ubicado en una profunda depresión en la provincia de Guizhou, suroeste de China, ya está en funcionamiento.
Es el telescopio más grande y sensible del mundo y sus operaciones formales ayudarán a los astrónomos a arrojar nueva luz sobre la evolución del universo e incluso buscar inteligencia extraterrestre.
La agencia Xinhua confirmó la noticia esta semana, destacando que FAST comenzó las operaciones de prueba en septiembre de 2016, pero ahora estará disponible gradualmente para su uso por astrónomos de todo el mundo.
Este telescopio esférico mide quinientos metros de apertura y está localizado precisamente en una cuenca natural de Da Wo Dang, en el Condado de Pingtang, provincia Guizhou, al suroeste de China.
La construcción del proyecto FAST empezó en 2011, y logró su primera luz el 25 de septiembre de 2016.
Tan grande como 30 campos de fútbol
El telescopio consiste en un plato único y abarca un área equivalente a 30 campos de fútbol. Según los funcionarios chinos, FAST es aproximadamente 2,5 veces más sensible que el telescopio más grande del mundo, el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, y puede procesar hasta 38 gigabytes de información por segundo.
«Arecibo y FAST son los únicos dos radiotelescopios de su tipo, es decir, integrados en grandes depresiones en el terreno local y apuntando hacia arriba todo el tiempo», dijo Rick Fienberg, portavoz de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos.
Arecibo mide 300 metros, mientras que FAST es 500, por lo que es un poco más grande. Pero, la tecnología es muy similar en los dos lugares, ya que los receptores de Arecibo se han actualizado varias veces durante décadas.
En total, FAST, cuyo apodo «Tianyan» significa «Ojo del cielo”, ha ampliado el rango de espacio que los telescopios pueden investigar, proporcionando oportunidades sin precedentes para estudiar fenómenos astronómicos, destacó Li Kejia, del Instituto de Astronomía Kavli y Astrofísica en la Universidad de Pekín.
¿A qué se dedicará ?
Entre los fenómenos que FAST estudiará en los próximos años se encuentran los púlsares: estrellas increíblemente densas y relativamente pequeñas con potentes campos magnéticos que pueden rotar cientos de veces por segundo y disparar rayos de radiación intensos.
De hecho, FAST ya ha identificado 102 nuevos púlsares en los últimos dos años durante su período de prueba, según Xinhua. Parte de la investigación en FAST también se centrará en la búsqueda de posibles señales extraterrestres.
«En el proceso de observar señales de cuerpos celestes, también recolectamos señales que podrían ser emitidas por humanos o inteligencia extraterrestre», dijo el portavoz de FAST, Zhu Ming, a la red de televisión estatal china CCTV.
La construcción de FAST se completó en 2016, alrededor de dos décadas después de que los astrónomos chinos la propusieran por primera vez. En total, el proyecto costó 1.200 millones de yuanes, lo que equivale a alrededor de $ 174 millones.
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