Definitivamente, el futuro de la humanidad está en otra órbita, al menos es lo que proyectan las agencias espaciales de la Tierra. En esa particular carrera sideral se han aventurado las grandes potencias mundiales. China, por ejemplo, es una de las naciones que más recursos invierte en esta área, como si se tratara de la competencia que iniciaron hace más de 50 años Estados Unidos y Rusia por “conquistar” el espacio.
Una de las formas de medir la capacidad de alguna de estas naciones a la hora de enviar recursos tecnológicos y humanos al espacio es la cantidad de satélites que orbitan alrededor de la Tierra. En ese particular, China cuenta con más de 240 satélites activos, de entre los que predominan los satélites civiles, mientras que Rusia contaba hasta 2018 con cerca de 1.400 satélites en órbita, Estados Unidos tenía unos 1.000 para esa fecha.
Claro está que no son los únicos países con estos dispositivos que pululan en la órbita terrestre, pues en los últimos años, a medida que la tecnología espacial se desarrolla, cada vez más satélites son mandados al espacio para fines militares, comerciales y científicos.
Por ejemplo, Japón no se queda atrás (más de 100 en 2008), Francia (40), India (30), pasando por Alemania, Canadá y Reino Unido (25). Finalmente, Italia, Australia, Indonesia, Brasil, Suecia, Argentina, Arabia Saudí y Corea del Sur contaban con 10 satélites.
Según cifras de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), a finales de 2018 existían alrededor de 3.000 satélites operativos y aproximadamente un total 8.000 objetos artificiales orbitando alrededor de la Tierra.
Y la cifra aumenta conforme avanzan los años. China envió este miércoles un nuevo satélite óptico de teledetección para uso comercial a la órbita planificada, desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Taiyuan, ubicado en la provincia septentrional china de Shanxi.
La guerra en otra esfera
El satélite asiático lleva por nombre Red Flag-1 H9, desarrollado por la compañía Chang Guang Satellite Technology, y posee una cobertura súper amplia y una alta resolución superior a 1 metro. También es capaz de almacenar y transmitir datos a alta velocidad.
Red Flag- 1 H9 fue lanzado por un cohete portador Gran Marcha-2D, a las 10:53 horas (hora de Beijing), junto con tres satélites pequeños el NewSat, el NewSat8 desarrollados por una empresa argentina y el Tianqi-5, detalló la agencia Xinhua a finales de esta semana.
Y la carrera espacial es de dimensiones galácticas, pues no solo las grandes potencias mundiales lideran en cantidad de satélites y misiones espaciales, también lo acaudalados filántropos se apuntan, como es el caso de la empresa aeroespacial SpaceX, del multimillonario sudafricano Ellon Musk, que en una ocasión SpaceX lanzó 64 satélites al espacio en una misión que rompió los récords.
La compañía de Elon Musk lanzó en diciembre de 2018 un cohete desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California, luego de una serie de demoras provocadas por el mal tiempo y las inspecciones de último minuto del cohete.
Esta fue una de las misiones de viajes compartidos por satélite más grandes jamás lanzadas, y la misión individual más concurrida en la historia de los Estados Unidos, según Spaceflight, el cliente de SpaceX para el lanzamiento.
Todo esto, desde luego, resulta una medición de pulso entre la competencia. Por ello, si la guerra es por el espacio sideral, hay que ser los primeros. Así, China se hizo a principios de este año con su nuevo satélite, perteneciente a la familia de satélites Jilin-1, también llamado Red Flag-1 H9, que fue lanzado efectivamente por un cohete portador Gran Marcha-2D, a las 10:53 horas (hora de Beijing).
Nuevo satélite chino
El nuevo satélite chino, desarrollado por la compañía Chang Guang Satellite Technology, tiene una cobertura súper amplia y una alta resolución. También es capaz de almacenar y transmitir datos a alta velocidad. Algo que deben tomar en cuenta quienes estén en esta carrera espacial.
El equipo trabajará junto con otros 15 satélites de la familia Jilin-1, que ya fueron enviados a la órbita para formar una constelación, la cual proporcionará datos y servicios de teledetección para los usuarios gubernamentales e industriales. Esto evidentemente es una advertencia a potenciales enemigos.
Pero el mismo cohete portador también lanzó tres satélites pequeños, incluidos el NewSat7 y el NewSat8, desarrollados por una empresa argentina.
El cohete portador Gran Marcha-2D fue desarrollado por la Academia de Tecnología de Vuelo Espacial de Shanghai subordinada a la Corporación de Ciencia e Tecnología Aeroespaciales de China.
El lanzamiento de China fue la misión número 325 de los cohetes portadores de la serie Gran Marcha.
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