Especialistas de la Universidad de Zhejiang (China) se comprometen a presentar dentro de una semana un drone que se maneja con la fuerza del pensamiento. Declaran que el fin de esta innovación es dar más posibilidades a la gente con discapacidad.
“Puede ser que un día un discapacitado pueda usar el poder de su pensamiento para conducir un avión e ir a donde quiera”, pronostican los ingenieros en vísperas de Ubicomp 2012, una conferencia internacional sobre computación, que se celebrará en Pittsburgh (EE.UU.) entre el 5 y el 8 de septiembre, donde presentarán su invento. Pero por el momento no se trata de un avión, sino de un cuadricóptero, es decir, un helicóptero no tripulado con cuatro rotores para su sostén y propulsión.
El sistema desarrollado por los especialistas chinos prevé que el operador puede hacer que el drone vuele hacia delante pensando ‘a la derecha’ y hacer que suba más alto pensando ‘empujar’. Si el operador quiere que el cuadricóptero baje un poco debe apretar los dientes. Para hacerlo aterrizar (y despegar también) tiene que decir para sí mismo con fuerza ‘a la izquierda’. Un ‘a la izquierda’ simple es una orden de rotar.
El sistema está basado en un equipo convencional de electroencefalografía de la compañía australiana Emotiv Systems. El equipo registra la actividad bioeléctrica cerebral y, al procesar las ondas cerebrales, las transforma en órdenes. Luego, estas órdenes llegan a una computadora portátil a través de Bluetooth y del ‘laptop’ se transmiten con Wi Fi al drone.
Por defecto, la cámara instalada en el cuadricóptero envía la imagen al ‘laptop’ en tiempo real, con lo cual el usuario puede vigilar el vuelo también cuando el drone está fuera del alcance de su vista directa. Para que el aparato haga fotos, el usuario debe pestañear. Para grabar un video, hace falta pestañear cuatro veces.
Según los diseñadores, la posibilidad de observar en la pantalla de la computadora portátil los paisajes que esté atravesando el helicóptero en tiempo real y hacer fotos y videos con la cámara de a bordo son dos ventajas muy importantes para los usuarios con discapacidades. Otra diversión posible serían ‘maniobras’ y ‘combates’ entre los drones convencionales y los cuadricópteros manejados con ‘telequinesis’.
Sin embargo, la innovación tiene varas ‘incomodidades’ también. El usuario tiene que estar todo el rato con numerosos electrodos pegados a su cabeza y podrá moverla solo con mucho cuidado.
Otra dificultad es que debe controlar muy bien los pensamientos y no equivocarse con las palabras. El helicóptero ‘funciona’ sin fallos solo cuando recibe órdenes muy básicas, aunque, de todos modos, su capacidad de maniobra es limitada con el equipo de Emotiv, cuyo potencial no es muy vasto. Sin embargo, los expertos destacan que la tecnología genera muchas expectativas ya que reduce el intervalo entre una orden y su realización hasta un mínimo, lo que eleva mucho ‘la eficacia’ de un drone.
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