Científicos de la Universidad de Lieja, centro de Bélgica, han lanzado un innovador programa en donde planean criar una generación de peces que se acostumbren a la comida con olor cadavérico, para así puedan encontrar los cadáveres de personas ahogadas, guiando a los buzos hacia el cuerpo.
«La aplicación práctica de nuestro trabajo consiste en soltar al agua carpas (pez de agua dulce) equipadas con sensores y seguir sus movimientos hasta que encuentren a los ahogados», explicó el director de la División de Comportamiento Biológico de la universidad, Pascal Ponsen.
Los científicos escogieron a la carpa porque este pez es capaz de soportar bajas temperaturas, nadar en aguas con poca cantidad de oxígeno y adaptarse rápidamente a condiciones con baja visibilidad
Su alimentación consiste principalmente en plantas acuáticas aunque también puede comer artrópodos, zooplancton ó incluso peces muertos si se presenta la ocasión. Esta especie, según los investigadores, es fácil de criar y gracias a su gran tamaño se les puede implantar un sensor que permita seguirlos en la profundidad.
De resultar ese plan, la especie animal podrían contribuir en el hallazgo de miles de personas que permanecen sepultadas en el mar, ya que hasta la fecha no existen rastreadores tan capaces y precisos. Las labores de rescate podrán ser efectuadas de forma más rápida si el proyecto florece.
La carpa, procedente de Asia, ha sido introducida en todos los continentes a excepción de la Antártida y está incluida en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Fuente: RT actualidad