En el marco de la Expedición Científica Antártica, específicamente durante la campaña al glaciar Unión, un equipo de científicos de la Universidad de Santiago (USACH) estuvo a cargo de medir en terreno los mínimos históricos de la columna de Ozono.
Los mediociones obtenidos por los doctores Raúl Cordero y Alessandro Damiani, quienes lideran del estudio, coincidieron con los datos registrados vía satélite por la NASA, y muestran valores entre los más altos que se hayan visto en el agujero de Ozono.
El récord corresponde a los primeros días de diciembre, en que la extensión del agujero llegó a un área de más de 10 millones de kilómetros. Esto es más del doble del promedio registrado en estas mismas fechas durante los últimos 30 años.
Desde que existen datos satelitales, el promedio de mediciones del agujero de Ozono de este año fue el cuarto más extenso, alcanzando 28 millones de km2 en octubre.
En palabras de Cordero, “la depleción o agotamiento en la capa de ozono es primariamente provocada por la presencia en la estratósfera polar de sustancias ‘destructoras de ozono’, generadas por actividades industriales en latitudes medias”. Aunque estas sustancias están presentes en todo el planeta, el investigador destaca que el agotamiento o destrucción de la capa de ozono se manifiesta más claramente en latitudes altas (particularmente en la Antártica).
En estas latitudes, durante la primavera austral y debido a condiciones meteorológicas particulares de la Antártica, se produce una destrucción masiva de ozono estratosférico, que se conoce comúnmente como el Agujero de Ozono.
El experto indica que la destrucción masiva de ozono estratosférico que ocurre sobre la zona antártica entre septiembre y diciembre, aumenta por la coincidencia durante la primavera de muy bajas temperaturas de la estratósfera antártica y del vórtice polar antártico, que tienden a cerrar el paso, evitando que el ozono de otras latitudes llene el agujero.
“Cuando las temperaturas suben al final de la primavera, cesa la destrucción masiva de ozono, mientras que el debilitamiento del vórtice polar permite que ozono de otras latitudes cierre el agujero”, afirma Cordero.
El control internacional que limita la emisión de sustancias que destruyen el Ozono, deberian incidir en una recuperación de la capa de ozono para mediados de este siglo. Sin embargo, los datos más recientes recalcan la necesidad de continuar monitoreando la evolución del Agujero de Ozono.
Cordero considera que los récords de este año en la extensión y profundidad del Agujero de Ozono no constituyen necesariamente un cambio de tendencia, porque pueden estar relacionados con las bajas temperaturas de la estratósfera registradas esta temporada. Sin embargo, para el científico son un claro recordatorio de la vigencia de uno de los más severos daños ocasionados por la actividad humana en el geosistema global.
El investigador de la USACH además destaca los efectos que las variaciones futuras en la columna de Ozono podrían tener en el clima.
La campaña de mediciones de Ozono en territorio antártico comenzó el 15 de noviembre de 2015, con el trabajo de los investigadores de la Universidad de Santiago y el envío de unos 600 kg de equipamiento de la mejor tecnología radiométrica disponible. La campaña de este año contó con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (INACH ) y se llevó a cabo hasta mediados de diciembre en la “Estación Científica Polar Conjunta Glaciar Unión”, gestionada conjuntamente por las tres ramas de las Fuerzas Armadas.
Fuente, Bio Bio.