Científicos chinos captan señales que podrían ser alienígenas

Científicos chinos de la Universidad Normal de Pekín lograron detectar transmisiones anómalas con el gigantesco Telescopio Esférico de 500 Metros de Apertura (FAST por sus siglas en inglés). Dichas señales podrían provenir de civilizaciones extraterrestres.

Esta información se compartió el pasado martes 14 de junio por el periódico oficial del Ministerio de Ciencia y Tecnología chino. En la publicación los investigadores detallaron que el radiotelescopio localizó «varias señales electromagnéticas de banda estrecha diferentes a las antes identificadas».

Hasta la fecha, los científicos chinos identificaron al menos dos conjuntos de señales sospechosamente alienígenas. La primera de ellas se detectó en 2019.

El astrónomo Zhang Tonjie, uno de los involucrados en este presunto hallazgo, señaló también la posibilidad de que estas señales sean producto de interferencias de radio. Los investigadores ya trabajan sobre esto para comprobarlo.

«Se trata de varias señales electromagnéticas de banda estrecha diferentes a otras del pasado. El equipo está trabajando actualmente en una mayor investigación. La posibilidad de que la señal sospechosa sea algún tipo de interferencia de radio también es muy alta, y debe confirmarse o descartarse con más estudios. Esto puede ser un proceso largo», destacaron los científicos chinos.

No es la primera vez que una noticia como esta recorre el mundo. El 15 de agosto de 1977, se dio a conocer que el radiotelescopio Big Ear, de la Universidad de Ohio, había detectado señales artificiales extraterrestres. Sin embargo, el reporte desapareció y nunca hubo una explicación clara de lo que sucedió.

FAST, en la provincia de Guizhou, es el radiotelescopio de apertura más grande y sensible del mundo. Su construcción terminó y 2016. Aunque son diversos sus objetivos, uno de los más importantes es la búsqueda de vida extraterrestre y otros objetivos exoplanetarios. Para este propósito trabajan en conjunto la Universidad Normal de Pekín y científicos de la Universidad de Berkeley, California, Estados Unidos.

Foto: Agencias

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