El 2016 fue un año en que la astronomía pudo destapar las champañas… ese año se descubrió Proxima b, el exoplaneta en zona habitable más cercano a la Tierra “Lo recuerdo como si fuera ayer. Próxima b está a 4,2 años luz de nuestro hogar, encontrarlo fue un hito dentro de la disciplina. Fue un honor formar parte del grupo internacional que lo halló”, así lo recuerda James Jenkins, académico del Departamento de Astronomía FCFM de la Universidad de Chile.
Tan lejos y tan cerca
“Por Supertierra entendemos a todo planeta terrestre extrasolar cuya masa varíe entre una y 10 veces la masa de nuestro planeta. Próxima b tiene 1,2 veces la masa de la Tierra, por lo que aunque no muchos lo mencionen sí se le puede considerar una Supertierra. Con el hallazgo de Barnard b las cosas se vuelven mucho más nítidas, ya que tiene al menos tres veces la masa de nuestro hogar cósmico”, así lo explica el también investigador del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines CATA.
“Después de un cuidadoso análisis, estamos seguros al 99% de que el planeta está ahí, pues es la explicación que mejor encaja con nuestros observaciones. El resultado de este esfuerzo es uno de los conjuntos de datos más grandes y exhaustivos jamás usado para estudios precisos de velocidad radial, acumulando en total más de 700 observaciones”, asegura Ignasi Ribas, investigador principal del descubrimiento y miembro del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.
Barnard b está a tan sólo 6 años luz de distancia de nosotros en la constelación de Ofiuco “No debemos olvidar lo inmensa que es la Vía Láctea, y este hallazgo lo estamos haciendo en el ‘patio trasero’ de la nuestra vecindad solar. Infelizmente la tecnología de viajes espaciales aún no nos acompaña y nos tomaría varios miles de años en llegar allá con los motores espaciales contemporáneos” afirma el Doctor Jenkins.
Los datos duros
Barnard b es un descubrimiento de larga data, tomó 18 años de observaciones y para encontrarlo se utilizaron diversos instrumentos y técnicas astrofísicas. Dos de sus protagonistas fueron el telescopio cazador de planetas CARMENES, un espectrógrafo situado en Calar Alto (España) y el también espectrógrafo HARPS, ubicado en telescopio la Silla, del Observatorio Europea Austral ubicado en la región de Coquimbo, entre otros.
El planeta en cuestión demora 233 días en dar la vuelta a la estrella Barnard, la cuarta en distancia más cercana a la Tierra (la primera es Próxima Centauro y la segunda y tercera son Alfa Centauro A y B, respectivamente), y es el primero exoplaneta en ser hallado con la técnica de velocidad radial alrededor la estrella de Barnard.
La estrella de Barnard es la estrella solitaria más cercana al Sol y es la segunda después del Sistema Estelar triple de Alfa Centauro (imagen arriba).
“Mi rol en esta investigación fue ayudar en el proceso de confirmación del Barnard b a través de un código de análisis informático que bautizamos EMPEROR, el que diseñamos en conjunto con uno de mis estudiante de pregrado, su nombre es Pablo Peña. No fue fácil lograr estos resultados, pero hoy está claro que valió la pena”, así lo explica Jenkins
El siguiente paso “es confirmar al 100% que Barnard b está ahí donde lo encontramos midiendo sus características y así buscar cuántos exoplanetas lo están acompañando. En el futuro cercano, vamos a tratar a observarlo directamente, usando la próxima generación de instrumentos.”, concluye Jenkins.
Más información en la revista Nature.
Por David Azócar, Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA)