El cometa Churiúmov-Guerasimenko, en el cual aterrizó el módulo de aterrizaje Philae, podría ser hogar de vida extraterrestre, según escribe ‘The Guardian‘ citando a destacados astrónomos.
La presencia de vida microbiana extraterrestres sería una buena explicación para la capa negra rica en sustancias orgánicas y los lagos helados del 67P/Churiúmov-Guerasimenko.
Rosetta, la sonda espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha recogido del satélite muestras de materiales orgánicos de partículas virales cuyos orígenes son difíciles de explicar.
Sin embargo, ni Rosetta ni Philae tienen herramientas para confirmar el descubrimiento. No obstante, los astrónomos siguen tratando de avanzar en este ámbito. Asimismo, el físico y astrónomo Chandra Wickramasinghe mantiene que la gente debe estar más abierta a la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre.