Los tonos del panda gigante lo hacen una especie muy particular, pero nunca se ha sabido realmente porqué su pelaje es así. Ahora, un equipo de científicos tiene una teoría que podría explicar este patrón, y podría tener que ver con las grandes distancias que el animal tiene que recorrer para obtener suficiente comida.
En el reino animal, la coloración puede jugar una serie de roles importantes, desde atraer a las posibles parejas hasta regular su temperatura o mimetizarse con el ambiente para eludir a los depredadores, informa Science Alert.
El problema con los pandas es que su patrón de pelaje es extraordinario. Mientras las rayas y las manchas son muy comunes entre la fauna del Globo, la «tenida» negro y blanco de este mamífero chino es algo bastante raro.
Por esto, investigadores de la Universidad de California en Davis y la Universidad del Estado de California en Long Beach, realizaron un estudio conjunto para analizar el patrón de tonos del panda, de manera de estudiar cada una de sus partes del cuerpo como un área independiente, como explicó uno de sus autores, Tim Caro, de la UC Davis.
Para el trabajo, cuyo informe fue publicado en Behavioral Ecology, los científicos compararon diferentes áreas blancas y negras del panda con la coloración de 39 subespecies de osos y 195 especies de otros carnívoros, poniendo especial atención en sus hábitats específicos. Observaron detenidamente miles de imágenes, estudiando al menos 20 posibles colores en más de 10 áreas del cuerpo.
«A veces toma cientos de horas de trabajo arduo para responder lo que parece ser la más simple de las preguntas: ¿Por qué el panda es blanco con negro?», dice el investigador Ted Stankowich, coautor del estudio.
Visto de esta forma, parece que la combinación de tonos del panda le sirve para mezclarse con dos ambientes diferentes dentro de las regiones montañosas de la China central en que vive. Al mismo tiempo, el diseño le permite comunicarse con sus pares y oponentes.
A diferencia de la mayoría de sus parientes carnívoros, los pandas son herbívoros y basan casi toda su dieta en el bambú, que para ellos no es fácil de digerir. Por eso es que compensan esta limitación reduciendo sus movimientos al máximo, para poder guardar algo de la grasa necesaria para sobrevivir en los meses fríos, cuando deben seguir buscando su alimento, como durante todo el resto del año.
Por lo tanto, las partes blancas de su pelaje; abdomen y cabeza, les ayudan a mimetizarse con el fondo blanco y evitar el acoso de los leopardos de nieve o los chacales, que los buscan como presa.
Por otro lado, la oscuridad de sus patas y parte del lomo le ayudan a esconderse en la sombras de los bosques de bambú, donde se ocultan entre los árboles para protegerse en los meses más cálidos.
Los investigadores creen que las manchas que rodean a los ojos del panda gigante, pueden cumplir la función de ayudarle a comunicarse con sus pares o tal vez como una forma de expresar agresividad a sus competidores; mientras la orejas podrían proyectar hostilidad hacia los depredadores.
Hace pocos años, el mismo equipo estudió las rayas de la cebra, argumentando que estas servían para ahuyentar a los insectos, ofreciéndoles una protección contra las mordidas de las abejas.
Es posible que el reciente estudio sobre los pandas no sea la última palabra, pero abre la discusión para una potencial teoría concluyente.
El Ciudadano