Una luna que orbita alrededor de Saturno podría sustentar una forma de vida similar a la que se encuentra en la Tierra, como han revelado los nuevos experimentos publicados en la revista Nature Communications.
El satélite natural Encélado ha sido identificado como uno de los lugares más probables en nuestro sistema solar para albergar vida extraterrestre. Cuando la nave espacial Cassini sobrevoló esta luna, los investigadores que monitoreaban su progreso concluyeron que contenía «alimento para la vida».
Encélado no solo tiene un océano de agua debajo de su corteza exterior helada, sino también una variedad de compuestos que incluyen metano, dióxido de carbono, amoníaco e hidrógeno; asociados con la presencia de microorganismos, publica The Independent.
Los científicos han especulado que unas pequeñas criaturas, conocidas como arqueas metanogénicas, que se encuentran en la Tierra, también podrían encontrarse en Encélado. Estas podrían usar el dióxido de carbono y el hidrógeno que se encuentran allí para crecer, liberando metano como subproducto.
Estos hallazgos han hecho que un equipo de investigadores liderado por el el Dr. Simon Rittmann, microbiólogo de la Universidad de Viena, realizaran experimentos imitando las condiciones de la luna de Saturno.
Las grabaciones tomadas por Cassini, mientras volaba a través de columnas de agua disparadas desde la superficie de Encelado, han proporcionado a los científicos una idea de la composición química de la luna.
Combinando datos experimentales de microbios vivos con simulaciones de la superficie de Encélado, los investigadores intentaron establecer si tales condiciones podrían sostener vida o no.
Cultivaron tres variedades de microbios en el laboratorio, bajo composiciones de gas y presiones similares a las del satélite, y descubrieron que una especie, la Methanothermococcus okinawensis, floreció a pesar de la presencia de sustancias como el formaldehído y el monóxido de carbono, que inhiben el crecimiento de otras arqueas metanogénicas.
Este hallazgo sugiere que al menos parte del metano detectado en Encélado podría ser producido por la acción de formas de vida extraterrestres similares a estos microbios. Las simulaciones también revelaron que un proceso geoquímico, llamado serpentinización a baja temperatura, podría proporcionar el gas de hidrógeno necesario para soportar tales formas de vida.
Los resultados «hacen que valga la pena aumentar los esfuerzos en la búsqueda de firmas para la vida metanogénica autótrofa e hidrogenotrófica, en Encélado y más allá», dijeron los autores.
El Ciudadano