Un estudio realizado por la Universidad Vanderbilt de EE.UU. ha logrado resolver las contradicciones y problemas de la teoría del ‘Big Rip’ o el Gran Desgarramiento, sobre el final del universo. La investigación se basó en el cálculo de la llamada viscosidad volumétrica del universo y su influencia en la expansión cosmológica.
Hasta ahora, los estudios de este tipo se centraban en la más habitual viscosidad de tensión, que mide la capacidad de los fluidos para pasar a través de pequeñas aberturas. Sin embargo, había un problema con ese tipo de viscosidad: de acuerdo con la teoría de la relatividad, bajo ciertas condiciones los fluidos superarían la velocidad de la luz, lo que es imposible desde el punto de vista de la física moderna.
Ahora los científicos afirman que otro tipo de viscosidad –la de comprensión o volumétrica – resolvería el problema y así comprobaría la teoría del ‘Big Rip’. Esta viscosidad se refiere a la capacidad de un fluido para expandirse y contraerse. Según el estudio, la aceleración de la expansión del universo dependería en gran parte de dicha viscosidad. Las teorías anteriores explicaban la aceleración solo con la materia oscura, lo que no parecía muy satisfactorio.
Precisamente este rol de la viscosidad de comprensión en la aceleración lleva al papel que desempeña la teoría del Gran Desgarramiento. «Era imposible alcanzar el ‘Big Rip’ con la viscosidad de tensión», afirma el físico Robert Scherrerm. «Pero con este nuevo modelo, la viscosidad es la que en realidad impulsa al universo hacia un final extremo«.
De este modo, según el estudio, la viscosidad de comprensión empujaría al universo y, por ende a la Tierra, hacia su fin por medio de una explosión, algo que sucedería dentro de 22.000 millones de años.