Según una carta de la investigadora de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología Teri Suzanne Krebs publicada en la revista ‘The Lancet‘, las políticas internacionales deben respetar los derechos de millones de individuos que encuentran útiles estas drogas psicodélicas en entornos culturales fuera de las clínicas.
«Aunque los psicodélicos pueden inducir temporalmente a la confusión temporal y emocional, las hospitalizaciones y lesiones graves son extremadamente raras. En general estas drogas no son particularmente peligrosas cuando se las compara con otras actividades comunes», asegura Krebs.
La investigadora y su esposo, Pal-Orjan Johansen, crearon una organización sin ánimo de lucro, EmmaSofia, que busca expandir el acceso a la MDMA, conocido como ‘éxtasis‘ y otras sustancias psicodélicas para uso médico, científico y legal. Tanto el LSD como la MDMA fueron prohibidas hace más de 40 años por la Convención de Naciones Unidas sobre Sustancias Psicotrópicas al clasificarlas como una amenaza grave a la salud pública.
«El MDMA es ilegal no porque sea peligroso, sino que puede ser peligroso porque es ilegal«, señala Johansen, psicólogo clínico. También asegura que esta droga puede contribuir a luchar contra la adicción a la heroína, tabaco y alcohol, además de ayudar a personas que sufren de enfermedades como el Parkinson, trastornos de ansiedad o estrés.