Científicos observan un cúmulo de galaxias naciendo en una nube gigante de gas frío

"Pensábamos que, en las etapas iniciales del universo, estas galaxias enormes se formaron a partir de otras pequeñas que se fundieron unas con otras bajo la acción de su propia gravedad, como ocurre en el universo próximo, pero hemos visto que todo es mucho más complicado".

Científicos observan un cúmulo de galaxias naciendo en una nube gigante de gas frío

Autor: Sofia Olea
océano cósmico de gas frío en el corazón de un cúmulo embrionario de galaxias

Océano cósmico de gas frío en el corazón de un cúmulo embrionario de galaxias. Imagen: ESO/M. Kornmesser


Un nuevo estudio abre una nueva forma de entender cómo se formaron las supergalaxias en el universo primitivo. Los astrónomos, quienes publicaron el trabajo esta semana en la revista Science, consideran que la supergalaxia Telaraña surgió por la condensación de un océano cósmico de gas frío.

Las supergalaxias están al centro de los cúmulos, que se originan a partir de la unión de cientos o miles de galaxias, informa Sinc. Bjorn Emonts, investigador del Centro de Astrobiología (INTA/CSIC), explica: «Pensábamos que, en las etapas iniciales del universo, estas galaxias enormes se formaron a partir de otras pequeñas que se fundieron unas con otras bajo la acción de su propia gravedad, como ocurre en el universo próximo, pero hemos visto que todo es mucho más complicado».

Los autores observaron un cúmulo que está a 10.000 millones de años luz de la Tierra a través del conjunto de radiotelescopios ATCA (Australia Telescope Compact Array), en Australia, y el VLA (Very Large Array), en Estados Unidos. En el centro de este cúmulo está MRC 1138-262, llamada comúnmente Spiderweb (Telaraña), una supergalaxia que está formándose dentro de una nube gigante de gas frío.

«Este océano cósmico contiene aproximadamente 100.000 millones de veces la masa del Sol y está compuesto en su mayoría por moléculas de hidrógeno, la materia prima de la que se forman estrellas y galaxias», señala Montserrat Villar-Martín, científica del CAB y coautora de la investigación.

Los investigadores  detectaron el hidrógeno a través de un gas trazador (monóxido de carbono en este caso), que es más fácil de localizar. «Esperábamos detectar el gas frío en las galaxias fusionándose», señala Helmut Dannerbauer, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

El trabajo reveló que la mayor parte del gas frío no está ahí, sino que se almacena en el espacio entre las galaxias. Los astrónomos creen que la supergalaxia nació de la condensación de ese «océano» cósmico de gas frío. Este también podría ser el caso de otras supergalaxias, lo que sugeriría que la formación de galaxias en el universo primitivo es un proceso muy diferente del observado en el universo más cercano.

«Ahora sabemos cómo y dónde buscar los depósitos gigantes de gas frío que originan las galaxias más grandes en el universo. A partir de este momento, podremos utilizar la más avanzada tecnología astronómica para encontrar sistemas similares», agrega Villar-Martín.

«El monóxido de carbono que detectamos es un subproducto de estrellas ya desaparecidas, una forma de reciclaje cósmico, pero no podemos asegurar con certeza el origen del gas o cómo se acumula en el núcleo del cúmulo», precisa Emonts.


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