Científicos consiguieron perforar el lecho marino del Océano Atlántico para evaluar la corteza terrestre y recolectar impresionantes rocas de la capa que rodea el núcleo del planeta.
Cabe recordar que este manto de la tierra ha sido impenetrable incluso con los instrumentos más avanzados, por lo que solo se conoce la composición de sus minerales a través de las rocas que son expulsadas por algunos procesos geológicos.
Esta zona ha sido de gran interés para la ciencia debido a que constituye más del 80% del volumen de la Tierra. Además, en esta corteza ocurren los fenómenos que incentivan la tectónica de placas, una dinámica responsable de los terremotos, volcanes y la formación de montañas.
La expedición En el Océano Atlántico se registró entre el 1 de mayo y el 2 de junio y fue ejecutado con el buque de perforación científica JOIDES Resolution, el móvil insignia del Programa Internacional de Descubrimiento de los Océanos (IODP).
Los científicos a cargo del buque se situaron en el macizo de Atlantis. En esa montaña submarina, ubicada muy cerca de la dorsal Mesoatlántica, se encuentra la hidrotermal Lost City (la ‘Ciudad perdida’), un área en donde las rocas del manto son empujadas continuamente hacia la superficie.
Este lugar privilegiado, es una especie de ventana directa hacia el manto terrestre, por lo que los expertos no necesitaron perforar profundamente en el lecho marino para poder realizar sus tareas de investigación y exploración.
Durante la excavación, los geólogos del IODP, haciendo uso de instrumentos especiales, extrajeron una muestra cilíndrica de rocas del manto que tenía una extensión de un kilómetro de largo, las cuales poseían un color entre gris y verde.
“Estos son los tipos de rocas que esperábamos recuperar desde hace mucho tiempo”, sostuvo Susan Lang, codirectora del buque científico y biogeoquímica de la Institución Oceanográfica Woods Hole; refieren medios internacionales.
Aunque los ejemplares rocosos están compuestos principalmente por peridotita —el tipo de roca más común en el manto superior—, estos también contenían asvesto, por lo que su manipulación debió realizarse bajo ciertos protocolos de seguridad.
No obstante, los científicos tienen la duda de si las muestras son realmente prístinas del manto terrestre o si no han sido alteradas por su exposición al agua de mar.
Mientras llegan a una conclusión sólida, el equipo ya se está preparando para tomar muestras de rocas más profundas y analizar su compleja composición.
Te interesa leer:
Descubren un planeta del tamaño de la Tierra lleno de volcanes