La movilización tuvo sus réplicas en distintas ciudades del país, entre ellas Mendoza. Desde las 18 de ese día las puertas de la Legislatura estuvieron valladas ante la “peligrosa” presencia de más de un centenar de representantes del ámbito científico-académico, quienes junto a los gremios del sector mostraron su indignación, pero sobre todo preocupación, por el apoyo del ministro de Ciencia Lino Barañao a la ley de presupuesto 2017.Éste además de dar su aval al brutal recorte, increíblemente les pidió a los cientistas que “se vayan” de la Argentina porque hay un “rebalse” de ellos, lo cual es “muy nocivo” para el país desde su visión.
Durante la movilización algunos profesionales portaban en sus manos carteles con la imagen de un pasaporte argentino, ilustrando su temor a que las condiciones impuestas por el macrismo lleven a que el cínico deseo de Barañao se cumpla de manera forzosa.
Desde el gobierno nacional se ha establecido un aumento de 1100 millones para entidades autárquicas como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Ministerio de Ciencia, pero desde el ámbito académico se afirma que aún así faltan unos 3 mil millones para estar al mismo nivel de producción e inversión de este año.
Sobre esto el Dr. Alberto Kornblihtt, el director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE), comentó a la prensa nacional: “hay que tener en cuenta que el Gobierno eligió un rumbo al eliminar las retenciones a la producción agropecuaria y minera, con lo cual desfinanciar al Estado, el que debe ser el principal investigador y promotor de la investigación científica y tecnológica”
La socióloga e investigadora Fernanda Beigel del CONICET, que es el principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina, explicó: “…esto repercute en la cantidad de subsidios que nosotros recibimos para hacer nuestra investigación…son para comprar todo lo necesario para un proyecto de investigación se ejecute…Va a repercutir en la cantidad de becarios…y en la cantidad de investigadores…”
Se supone entonces que se genera algún tipo de atraso en el desarrollo científico del país
– Totalmente…implica que un proyecto que tenía previsto tres años de duración…y en el segundo no tenés insumos, hay que abortar el proyecto directamente…Además puede pasar que te tienten de afuera, te ofrecen mejores salarios, insumos, todo el equipo que necesitás, entonces puede favorecer la fuga de cerebros.
Beigel comentó además que el año pasado ganaron concurso 400 investigadores que deberían haber ingresado en abril de 2016 y no lo han hecho. “Con esta plata (presupuesto 2017) sólo alcanza para pagarle a 200 de esos 400 que ya han ingresado y para este año que se suponía que iban a haber 500 cupos que ya estaban evaluados, no hay nada. O sea que hay 200 que perderían su lugar, 500 que no tendrían lugar y todos los que están esperando ingresar que no tendrían apertura de concurso directamente”.
“MEJOR QUE EN LOS ÚLTIMOS 50 AÑOS”
La socióloga investigadora se refirió al actual gobierno como “neoconservador” y que plantea una “vuelta atrás” con respecto a los avances de la última década entorno al desarrollo científico
argentino.
En relación a eso destacó que: “ en el año 2.001 nosotros tenías 3.500 investigadores, la mayoría de ellos eran viejos porque la carrera de investigación estaba casi cerrada, esa pirámide poblacional hacía que tuviéramos muy poquitos jóvenes y muchos viejos. En los últimos años esto se invirtió y ahora es una pirámide joven…Además hubo subsidios para todo tipo de disciplinas que permitieron nuevas patentes, descubrimientos, que hizo que la Argentina de ser un centro expulsor se convirtiera en receptor…Estudiantes de posgrado e investigadores de distintos países del mundo querían estudiar acá, pudimos repatriar 1.100 investigadores. Tuvimos una expansión de investigadores y de resultados de investigación que no teníamos en 50 años”.
A esto agregó que “se triplicó la cantidad de investigadores” en la última década pasando de 3.500 en 2.001 a 9.200 hasta el año pasado y el 60% de ellos jóvenes. “Y todo esto corre riesgo de detenerse”, concluyó Beigel.
UNA UNIVERSIDAD CON TECHO
Juan Carlos Aguiló, ex decano de la Facultad de Cs. Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo coincidió con la anterior entrevistada pero agregó: “…si bien a niveles nominales el presupuesto previsto para las universidades no aparecería con un recorte tan brutal como el de Ciencia y Técnica, sí también desde los gremios universitarios vemos con mucha preocupación que ya se le fije un 17% de incremento al salario docente para el 2017, de un salario que ya hemos visto deprimido con la inflación del 15%…sino se pasa del techo de 17% vamos a tener un año de altísima conflictividad docente porque nadie espera que el año que viene la inflación sea inferior al 17%”.
Asimismo el docente comentó que la Universidad también perdería becas, en especial las relacionadas con el CONICET y que esto es una clara demostración “del ajuste en áreas sensibles e imprescindibles para el desarrollo nacional que son la educación, la ciencia y la tecnología”.
MENOS AYUDA PARA LAS FAMILIAS CAMPESINAS
Gustavo Vitale, delegado gremial en la Secretaría de Agricultura Familiar coordinación Mendoza, explicó que: “el recorte que estamos sufriendo, en nuestro caso sólo nos va a permitir tener las oficinas abiertas y nosotros trabajamos más en el campo, donde trabajan y viven los agricultores. No hay plata entonces no vamos a poder trabajar con ellos ni hacer proyectos, es una forma de liquidarnos…Las familias no van a tener un acompañamiento desde el Estado y entendemos que es un derecho de las familias tenerlo…Nos quieren dejar en las oficinas para después decir que no hacemos nada y cerrar”.
Este organismo trabaja con unas 220 mil familias campesinas en toda Argentina y en el caso de Mendoza con cerca de 20 mil. Para ilustrar la situación por la que atraviesa la Secretaría de Agricultura Familiar Vitale tomó el ejemplo de Lavalle, una de las localidades rurales más pobres de la provincia. Allí se cuenta con un equipo zonal de seis integrantes entre ingenieros agrónomos y veterinarios. Estos trabajan con familias tanto de la zona desértica como frutihortícola del departamento que se quedarían sin “esos técnicos acompañándolos”, dijo el sindicalista.
Si bien Vitale denunció que desde hace cuatro años no tienen presupuesto para proyectos y que ya tenían fuertes complicaciones para trabajar, ahora esta situación se agravaría por la falta de presupuesto para hacer trabajo de campo. “…creemos que esto tiene la intención de expulsar a los pequeños productores del campo sobre todo para quedarse con la tierra”.
Franco D’Amelio
El Ciudadano