La Nebulosa del Cangrejo es un objeto casi único. Está hecha de los restos de una espectacular supernova y los astrónomos la han estado estudiando desde que explotó en el año 1054. Ahora, al combinar cinco telescopios diferentes, los astrónomos han podido observarla con impresionante detalle en la mejor imagen que se tiene hasta el momento.
En un artículo publicado en Astrophysical Journal, los astrónomos discutieron la compleja estructura que se ve en la nebulosa (que está a 6.500 años luz de distancia). Algunas de las estructuras que observamos hoy parecen haberse formado antes de la misma supernova, además de tener características curiosas que parecen ser similares a los arcos solares, como un montón de vueltas coronales hechas de plasma que se forman por la interacción entre partículas de alta velocidad y campos magnéticos intensos en la nebulosa.
«Comparando estas nuevas imágenes, hechas en diferentes longitudes de onda, se nos da una riqueza de nuevos detalles sobre la Nebulosa del Cangrejo. Aunque ha sido estudiada extensamente durante años, todavía tenemos mucho que aprender al respecto», dice la autora principal, Gloria Dubner, de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
La imagen es una composición de la observación de radio del Very Large Array (VLA), con los datos infrarrojos de Spitzer, la óptica de Hubble, las vistas ultravioleta de XMM-Newton y la emisión de rayos X según lo observado por el satélite Chandra.
Pero esto no es todo. Las observaciones del VLA, Hubble y Chandra se hicieron en noviembre de 2012, creando una visión casi simultánea de la nebulosa. Usando estas imágenes, el equipo calculó que hay al menos dos fuentes de radiación sincrotrón.
La radiación es claramente inducida o producida por el púlsar de milisegundo que potencia la Nebulosa del Cangrejo. Cuando la supernova explotó, en su estela dejó una estrella de neutrones muy densa y con un intenso campo magnético, la que gira tan rápido que emite pulsos de radiación cada 33 milisegundos.
El púlsar pesa 4,6 veces la masa de nuestro Sol, pero es ínfimo para los estándares estelares, estimado en 28 a 30 kilómetros de diámetro; una gota en el océano de la Nebulosa del Cangrejo, que mide más de 5 años luz de ancho. La supernova que lo originó fue registrada por primera vez en China en el siglo XI. Desde entonces, su particular mezcla de nebulosa pulsar con restos de supernova ha fascinado a muchos astrónomos.
Por IFLS
El Ciudadano