Un equipo de científicos ha logrado dar grandes pasos para uno de los desafíos que ha enfrentado la NASA los últimos años, al cultivar con éxito una variedad de lechuga tan segura y nutritiva como las cultivadas en la Tierra.
El estudio publicado en la revista Frontiers in Plant Science, reveló que los astronautas han podido cultivar en el espacio lechugas libres de microorganismos, seguras para el consumo humano, nutritivas y sabrosas, y todo pese a crecer en un ambiente de baja gravedad y con una radiación mucho más intensa que la de la Tierra.
El experimento que se llevó a cabo en la Estación Espacial Internacional entre 2014 y 2016, fue liderado por las investigadoras Christina Khodadad y Gioia Massa, del Centro Espacial Kennedy (EE UU).
Para llevar a cabo esta investigación del Sistema de Producción de Vegetales, denominado «Veggie», los astronautas de la NASA plantaron semillas de lechugas romanas rojas (Outredgeous). Los miembros de la tripulación consumieron algunas de las lechugas de la cosecha y el resto se congeló y se envió de regreso a la Tierra, donde se analizaron en busca de diferencias.
Como control, el equipo también cultivó el cultivo en las mismas condiciones en la Tierra. Las plantas se cultivaron en cámaras con iluminación LED y un sistema de riego.
El cultivo realizado a bordo de la Estación Espacial resultó ser apta para el consumo humano pese a crecer en condiciones de gravedad o radiación diferentes a las de nuestro planeta y presentó pequeñas diferencias: el tejido vegetal cultivado en el espacio tendía a ser más rico en elementos como el potasio, el sodio, el fósforo, el azufre y el zinc, así como en compuestos fenólicos, unas moléculas con probada actividad antiviral, anticancerígena y antiinflamatoria comprobada.
Sustentabilidad más allá de la Tierra
Este logro representa un aporte positivo para la dieta de los astronautas, que al consumir los productos frescos obtendrán los nutrientes que son menos abundantes en las raciones empaquetadas que forman parte de su alimento habitual y que tienden a degradarse durante el almacenamiento a largo plazo.
Si bien esto no es un problema para los astronautas a bordo, ya que los alimentos de la Tierra se suministran regularmente, para vuelos espaciales de larga duración, como los de la Luna y Marte, que la NASA está planeando actualmente, el tema de la nutrición podría convertirse en un problema. Una misión tripulada a Marte, por ejemplo, puede involucrar el envío de alimentos con anticipación, mucho antes de que lleguen los astronautas.
«En este momento no podemos garantizar que tendremos una dieta para satisfacer las necesidades de la tripulación para estas misiones más largas y en el espacio profundo, por lo que una posible solución será complementar la dieta envasada con productos frescos», dijeron Khodadad y Massa.
En vías de una futura colonización espacial, el crecimiento de los cultivos será crucial para establecer cualquier nivel de sostenibilidad y autosuficiencia.
«La capacidad de cultivar alimentos en un sistema sostenible que sea seguro para el consumo de la tripulación será crítica a medida que la NASA avance hacia misiones más largas. Las verduras de hoja verde tipo ensalada pueden cultivarse y consumirse frescas con pocos recursos», explicó Khodadad.
Algunas trabas
Los principales problemas para el cultivo de cultivos en el espacio, dijeron los investigadores, es el suministro de agua, oxígeno y nutrientes a las raíces. Sin embargo, dijeron que con los sistemas de crecimiento de plantas adecuados, la lechuga y otros cultivos se pueden llevar a cabo en cualquier lugar. Esto incluye la luna y Marte.
Khodadad y Massa dijeron que ahora hay otra cámara Veggie en la EEI y que los astronautas a bordo están creciendo y probando diferentes cultivos. Se están enviando muestras a la Tierra para su análisis.
«La ISS está sirviendo como banco de pruebas para futuras misiones, y estos ensayos ayudan a buscar otros candidatos para cultivar en condiciones de microgravedad, como pimientos y tomates, para proporcionar productos frescos suplementarios en la dieta de los astronautas», adelanta Gioia Massa, científica del proyecto en el Centro Espacial Kennedy.