La menopausia es el cese definitivo de la producción de estrógenos desde los ovarios, y por lo tanto el fin del ciclo menstrual y de la fertilidad. Según la Dra. Paulina Villaseca, especialista en ginecología endocrinológica y miembro de la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes (SOCHED), en los países latinoamericanos la llegada de este proceso es en promedio a los 48 años, mientras que en Europa la edad fluctúa entre los 52 y 53 años.
Entre las causas que posibilitan esta diferencia etaria están el estrés, la contaminación, y otros factores menos conocidos. “Estábamos diseñadas para vivir solamente hasta esta etapa de la vida, en los últimos 100 años estamos sobreviviendo por lo menos un tercio más de vida, y es por ello que esto se ha transformado en un problema de salud importante para las mujeres”, señala.
Es un fenómeno habitualmente natural, pero que puede ser inducido. Por ejemplo, si en una cirugía se tienen que extirpar los ovarios, o porque debido a una quimioterapia o radioterapia se dañaron, explica el Dr. Eugenio Arteaga, endocrinólogo miembro de SOCHED.
La menopausia trae consigo diversos cambios: corporales, psicológicos, sexuales, y también en lo referente a la proyección de salud. La mayoría de las mujeres tiene síntomas como bochornos, que corresponden a una sensación de calor desde el tórax hacia arriba, “que viene en forma explosiva sin ningún aviso durante algunos minutos y desaparece solo, pero en el intertanto les deja una sensación de molestia”, sostiene el Dr. Arteaga. “El problema es que cuando esto es muy intenso y altera el quehacer diario, como por ejemplo, en la noche interrumpe el sueño es un síntoma cardinal”.
“Si el cambio hormonal es muy brusco la mujer comienza a tener la influencia de falta de estrógeno y sequedad vaginal, pierde bastante el interés sexual, y además tiene dolor”, explicó Arteaga.
Otro síntoma por el que consultan las pacientes, es que la regla que aparecía cada 28 días, llega cada 35, o cada 40, y en casos, llegan intranquilas a la consulta, porque “hace tres meses que no llega”, afirmó el Dr. Arteaga. “Nosotros llamamos menopausia cuando pasa un año desde la última regla, sin haber tenido un sangrado nuevo, esa fue la última menstruación de la vida”, agregó.
Otras consecuencias que se asocian son alteraciones del ánimo, menos capacidad de tolerancia a los problemas, e irritabilidad, que se entiende por todo el proceso de cambio que vive la mujer. “Es una etapa en que se está a cargo de muchas cosas o situaciones: de los padres, de hijos adolescentes, momento laboral peak de la vida, en consecuencia, son muchos flancos biográficos que la invaden”, puntualiza la Dra. Villaseca. Aquí la mujer puede subir de peso, adquirir dolor articular, y padecer cefaleas.
“La intención del endocrinólogo no es recetar hormonas a todas, sino que analizarlas a nivel global y ver qué riesgos de enfermedad existen. “Vamos a evaluar sus mamas, corazón, presión, colesterol, su riesgo de diabetes, sobrepeso, y sobre esa base tomaremos medidas para prevenir el desarrollo de enfermedades a futuro”, indica el Dr. Arteaga.
La menopausia del hombre
Por otro lado, en el caso masculino se encuentra la andropausia o hipogonadismo, considerado un proceso de envejecimiento natural, que conlleva una disminución de la producción de hormonas en la zona hipotálamo-hipofisiaria y testicular. Sin embargo, a diferencia de la menopausia, no implica un cese definitivo, explica el Dr. Enzo Devoto, endocrinólogo y miembro de SOCHED.
El descenso de la producción de testosterona se puede dar desde los 50 años, no obstante puede ocurrir mucho antes. “El hipogonadismo o deficiencia de testosterona, es un cuadro que ocurre en cualquier etapa de la vida, lo puede sufrir en la vía intrauterina el varón, y eso se llama hipogonadismo congénito, lo que provoca complicaciones en su desarrollo físico, y en su pubertad”, acota el Dr. Devoto, para quien pueden existir una serie de enfermedades generales que afectan la función testicular y que posibilitan la aparición de esta patología. “A partir de los 50 años existen muchas enfermedades como obesidad severa, diabetes, síndrome metabólico y depresión, cuyos tratamientos se relacionan con el descenso de la testosterona”.
El Dr. Enzo Devoto sostiene que el hipogonadismo asociado exclusivamente al envejecimiento ocurre por el efecto de la edad y no de otro proceso patológico en hipotalamo y testículo, generando déficit de testosterona y síntomas de hipogonadismo.
Esta definición restringe el termino sólo a hombres sanos envejecidos, sin ningún otro factor que produce hipogonadismo.
“El hipogonadismo asociado a la edad se interrelaciona con el síndrome metabólico y el aumento de la grasa abdominal. Por eso es muy importante entender que este incremento de la grasa abdominal, que no necesariamente es de la grasa subcutánea, y de una obesidad en general, es más bien localizada e intravisceral. Esa grasa es la que debemos combatir, ya que en exceso nos lleva a síndrome metabólico, insulinorresistencia, trastornos lipídicos, problema a nivel de la musculatura, y a nivel del hipotálamo”, precisa el Dr. Rafael Ríos, endocrinólogo miembro de SOCHED, quien dio énfasis en que dentro del tratamiento se debe buscar bajar de peso, ya sea por ejercicio o por tener una dieta que reduzca el aporte de hidratos de carbono refinados, que sea rica en fibra, abundante en vegetales, y en polifenoles, como la dieta mediterránea.
La andropausia puede provocar cambios de ánimo, agotamiento, menor deseo sexual, descenso en la potencia sexual, pérdida de fuerza, daño de estructura ósea e insomnio.
Según el estado del paciente, se definirá el tratamiento a seguir. El tratamiento consiste en llegar a los niveles normales de testosterona a través de vía transdérmica (gel), o a través de inyecciones.