Tiene un olor repugnante pero aun así, miles de visitantes hacen fila en el jardín botánico de Adelaida, al sur de Australia, para tener un momento con ella. El florecimiento de esta planta es un verdadero suceso, porque solo ocurre cada siete años y el espectáculo dura al rededor de un día. Es el aro gigante, también conocida como flor cadáverica, una excentricidad del mundo vegetal que tiene forma fálica y puede llegar a medir hasta dos metros de alto.
Pero como ya habíamos mencionado, su aspecto no es lo único raro, porque que su olor evoca a pescado podrido, aguas negras y cadáveres.
La planta es originaria de Sumatra, Indonesia, y está en peligro debido a la deforestación de los bosques en donde crece. La razón por la que esta flor tiene ese olor nauseabundo es la de atraer moscas polinizadoras. Una vez que los insectos se posan en la flor, esta se cierra sobre ellos y los mantiene atrapados hasta que quedan cubiertos de polen. Pero en los jardines botánicos de Adelaida, como también en los Berkeley, California, y otros en el mundo, esta belleza exótica atrae a cientos de turistas, que llegan como moscas.
La planta que cultivan en Adelaida surgió de una semilla donada en 2006, y ha crecido un promedio de 20 centímetros diarios en las últimas semanas, según informa ABC a través de la agencia EFE. Después de unos pocos días, ya perdida su energía para seguir creciendo, la flor comienza a marchitarse hasta un nuevo ciclo.
La pestilencia de esa planta es una combinación de compuestos que incluyen indol y alcohol bencílico, además de la trimetilamina, que también producen los peces en descomposición.
Fuentes, ABC, National Geographic.