Las pacientes tuvieron un seguimiento durante más de ocho años, tiempo durante el cual se les practicaron revisiones físicas, vaginoscopias, biopsias y resonancias magnéticas.
El equipo de investigadores en el que participa Esther López-Byghen Patiño también investigadora del Cinvestav, evaluó el desempeño de las vaginas fabricadas mediante ingeniería de tejidos a partir de muestras de células de las propias pacientes, obtenidas mediante su vulva a través de autopsias, que fueron después cultivadas en el laboratorio.
“Tras desarrollar el órgano faltante que contiene células epiteliales y musculares, se hizo el implante correspondiente mediante cirugía en el Hospital Infantil de México, “Doctor Federico Gómez”, de la Secretaría de Salud, labor que fue coordinada por la cirujana Atlántida Raya”, precisó la investigadora.
Luego de la cirugía de implante, las pacientes tuvieron un seguimiento durante más de ocho años, tiempo durante el cual se les practicaron revisiones físicas, vaginoscopias, biopsias y resonancias magnéticas.
Las pacientes con edades de 13 a 18 años, carecían de la vagina a consecuencia del síndrome congénito llamado “Mayer-Rokitansky”; sin embargo la técnica de reconstrucción puede aplicarse también en otros casos de cáncer, lesiones o anomalías congénitas.
Fuente: SDP Noticias
Con información de El Universal.