Un grupo de científicos logró construir una memoria de 1 kilobyte (8.000 bits), donde cada bit está representado por la posición de un átomo de cloro sobre una superficie de cobre.
Los investigadores del Instituto Kavli de Nanociencia, de la Universidad de Delft, Países Bajos, codificaron párrafos de una conferencia de Richard Feynman (en quien se inspiraron para su invento) en un espacio de 100 nanómetros. Para esto usaron un microscopio de efecto túnel (STM), que tiene una punta capaz de observar los átomos y desplazarlos individualmente.
«Podría ser comparable a un puzzle», dice Sander Otte, quien conduce la investigación publicada en Nature Nanotechnology. «Cada bit consiste en dos posiciones sobre la superficie de átomos de cobre, de tal manera que un átomo de cloro se puede deslizar hacia atrás y adelante entre estas dos posiciones”.
“Si el átomo de cloro está en la posición superior, hay un agujero debajo de ella que correspondería a un bit 1. Si el agujero está en la posición superior y, por lo tanto, el átomo de cloro está en la parte inferior, entonces el bit es un 0″, explica Otte.
Los átomos de cloro están rodeados por otros del mismo elemento (excepto cerca de los agujeros), por lo que se mantienen en su lugar. Es por esto que el método de los orificios es mucho más estable que otros, que utilizaban átomos sueltos. Los autores señalan que además es más apto para almacenar datos, informa Sinc.
Cada día en el mundo se crean más de mil millones de gigabytes de datos. Para almacenar una cantidad de información cada vez más grande, se hace urgentemente necesario que cada bit ocupe el menor espacio posible. Los investigadores a cargo de este trabajo han logrado que esto sea posible: construir una memoria de 1 kilobyte (8.000 bits), donde cada bit está representado por la posición de un solo átomo de cloro.
«En teoría, esta densidad de almacenamiento permitiría que todos los libros que la humanidad ha creado, puedan escribirse en un solo sello de correos», señala Sander Otte.
Aunque el nuevo dispositivo mejoraría la capacidad de los dispositivos actuales, tiene la limitación de funcionar a temperaturas muy bajas. Actualmente se necesitan 4 grados kelvin y la modificación de la posición de un solo átomo requiere la regeneración de toda la superficie de trabajo.
Pero Otte y su equipo han logrado conservar las posiciones de más de 8.000 espacios sin átomos a 77 grados Kelvin durante más de 40 horas. La velocidad del proceso aún demora unos minutos, por lo que tendrán que mejorarlo antes de que sea plenamente aplicable, pero los actuales resultados demuestran que es posible crear memorias de almacenamiento que superen con creces a los soportes que usados actualmente.