Lutz transformó las grandes ciudades como Nueva York o Londres en colonias espaciales y eliminó todas las etiquetas del agua porque, según ella, «distraen de la ilusión de estar flotando en el espacio».
La diseñadora dijo que su parte favorita de este mapa son los grandes marcadores que resaltan los puntos de interés, como tiendas y parques.
Con el fin de conferir profundidad al mapa, Lutz añadió texturas personalizadas a todos los bordes de carreteras, zonas construidas y los océanos.
Para crear el mapa la diseñadora recurrió a la cartografía de Mapbox Studio, un servicio en línea que permite a los usuarios y empresas a construir sus propios mapas.