De los siete misteriosos planetas que orbitan a una estrella externa lejana en el sistema TRAPPIST-1, cuatro podrían tener grandes cantidades de agua. Así lo señala un equipo de científicos que ha presentado un prometedor impulso a la posibilidad de encontrar vida por fuera de nuestro sistema solar, informa The Guardian.
La pequeña estrella TRAPPIST-1 está a 39 años luz de nuestro planeta y es el centro de un sistema de nueve planetas que fueron descubiertos a principios de este año. El hallazgo causó revuelo entre la comunidad científica y se lo consideró uno de los hitos más importantes del siglo.
Aunque los científicos dijeron que todos los planetas podían contener algo de agua, se cree que existiendo la atmósfera adecuada, tres de los cuatro planetas que orbitan en la llamada «zona habitable» podrían ser los candidatos más probables. La zona habitable es la distancia que permite que las temperaturas sean adecuadas para la posible existencia de agua.
Pero no estaba claro si es que alguno de los planetas realmente tenía agua. Ahora los investigadores dicen que están un paso más cerca de saberlo.
«Lo que encontramos nos dice que probablemente los tres planetas internos no son buenos para la búsqueda de vida, pero los planetas exteriores del sistema TRAPPIST-1 podrían albergar cantidades sustanciales de agua», dijo Vincent Bourrier, principal autor del estudio y académico de la Universidad de Ginebra.
Bourrier y su equipo internacional, cuyo trabajo está disponible online, revelan cómo consiguieron calcular si los planetas podían tener agua, usando el telescopio espacial Hubble, para probar los niveles de radiación ultravioleta emitidos por TRAPPIST-1.
«Saber cuánta energía es emitida por una estrella en el [espectro] ultravioleta es muy importante, porque puede afectar fuertemente las atmósferas de los planetas», dijo Bourrier, agregando que las energías más bajas de la radiación ultravioleta pueden separar moléculas en la atmósfera de un planeta, incluyendo el vapor de agua, que puede producir hidrógeno y oxígeno.
El equipo ingresó datos sobre la radiación UV de la estrella y las distancias de los planetas en modelos informáticos que también tomaron en cuenta otros factores, incluyendo cómo la radiación de la estrella y su zona habitable han cambiado durante milenios.
Este gas de hidrógeno parece haber escapado de algunas de las atmósferas de los planetas de TRAPPIST-1, el que Hubble pudo detectar. Este es un posible indicador de que hay vapor de agua en las atmósferas de estos planetas, informa IFLScience.
Lo importante es que el estudio observó cuánta agua pudieron haber perdido los planetas, no cuánta conservan. En los planetas más internos, la sugerencia es que pidieron haber perdido la cantidad de agua equivalente a 20 océanos de la Tierra en los últimos 8 mil millones de años.
Los planetas externos, sin embargo, pueden haber perdido solo la cantidad equivalente a tres océanos terrestres, lo que sugiere que aún podrían contener agua.
«Nuestros resultados indican que la fuga atmosférica puede desempeñar un papel importante en la evolución de estos planetas», dijo el coautor Julien de Wit, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en un comunicado.
Por supuesto que no es pertinente llegar a conclusiones apresuradas acerca de estos planetas. Si tienen agua o no, es algo que todavía no sabemos con certeza y ciertamente no tenemos idea si puedenn albergar vida. Pero este estudio es el último en presentar una imagen interesante de este sistema, que contiene el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra alguna vez descubiertos.
El lanzamiento del Telescopio Espacial James Webb, en octubre de 2018, abrirá nuevas vías de estudio para planetas como estos. Hasta entonces, podemos contar con los indicios que nos ofrecen las observaciones actuales.
El Ciudadano