Nieve caída en la Antártica contiene polvo interestelar radiactivo

Un equipo internacional de investigadores analizó los depósitos de nieve recientes en la Antártida y descubrió la presencia de un material que proviene de fuera de nuestro Sistema Solar

Nieve caída en la Antártica contiene polvo interestelar radiactivo

Autor: Sofia Olea

Un equipo internacional de investigadores analizó los depósitos de nieve recientes en la Antártida y descubrió la presencia de un material que proviene de fuera de nuestro Sistema Solar. Las muestras contienen un isótopo particular de hierro, el hierro-60, que habría llegado a la Antártida en forma de polvo interestelar en los últimos 20 años.

El tipo de hierro más abundante encontrado es el hierro-56, uno de los cuatro isótopos estables de hierro, que tiene 26 protones y 30 neutrones en su núcleo y constituye casi el 92 por ciento de todo el hierro que hay. El hierro 60 encontrado, en cambio, tiene cuatro neutrones adicionales y es ligeramente radiactivo, descomponiéndose con una vida media de 2.6 millones de años. Los autores del estudio están seguros de que sólo podría provenir de fuera de la Tierra.

Este elemento radiactivo, que se puede producir en ciertos procesos nucleares y en supernovas, se ha encontrado en el espacio interestelar, en la luna y en la Tierra (en el fondo del mar, con una data 2 a 2,5 millones de años). ESto sugiere que en los últimos millones de años, la Tierra ha sido bañada con material de supernovas cercanas que deberían aparecer en formaciones geológicas.

En el estudio, publicado en Physical Review Letters, los investigadores estaban interesados ​​en ver si esta «ducha» de hierro-60 continuaba hasta nuestros días. Para hacerlo, necesitaban analizar material de un sitio no contaminado, por lo que recolectaron 500 kilogramos de nieve antártica de los últimos 20 años, la que derritieron y analizaron para finalmente descubrir el elemento.

Estación Kohnen en la Antártida, donde los investigadores recolectaron media tonelada de nieve para buscar átomos de hierro-60. Imagen: Sepp Kipfstuhl.

El equipo analizó el escenario más probable para la abundancia de este raro isótopo. Las plantas de energía nuclear y las armas nucleares pueden producir hierro-60, pero no ha habido eventos globales por acción humana que justifiquen el exceso de hierro-60 de la Antártida. Todo lo anterior explica que los investigadores señalen una fuente interestelar y una lluvia de polvo desde el espacio.

El potencial de impacto de esta investigación es la percepción que podemos obtener de las nubes interestelares y su enriquecimiento a partir de supernovas. Los investigadores piensan que el hierro-60 radiactivo de las explosiones estelares debería ser atrapado como partículas de polvo en la nube interestelar local. Se cree que el Sistema Solar cruzó hacia la nube hace aproximadamente 40.000 a 50.000 años, que podríamos haberla dejado hace unos 3.000 años, que aún podemos estar bordeando sus límites y que, en ese tiempo, el material se habría estado derramado en la Tierra como polvo.

«Al descartar fuentes terrestres y cosmogénicas, concluimos que hemos encontrado en la Antártida, por primera vez, hierro-60 reciente con origen interestelar», concluyen los investigadores en el artículo.

Esta investigación podría proporcionar nueva información sobre la estructura y el origen de las nubes de polvo interestelar que rayan a través de la Vía Láctea.

Fuente: IFLScience


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