Si bien es un proyecto que está en desarrollo y las fallas son parte del proceso, no deja de hacer ruido que usuarios que están testeando Google Glass reporten incidencias del dispositivo.
La falla no es menor y que permite a un usuario externo acceder a otro Google Glass sin autorización lo que claramente debe ser resuelto rápidamente para asegurar la madurez tanto de las políticas de privacidad como de seguridad del dispositivo.
La vulnerabilidad de los Google Glass fue dada a conocer por Jay Freeman, conocido como Saurik quien en su blog publica con lujo de detalles de cómo hacerlo mediante unos códigos de programa e instalando un software con el cual se graban imágenes y audio sin que el propietario se de cuenta.
Este tipo de ‘exploit’ puede suponer un serio riesgo para la privacidad de los usuarios de Google Glass por lo que Freeman insta a la compañía a resolver el problema en cuanto le sea posible para evitar que usuarios externos puedan vigilar los movimientos de otros.
Esta primera vulnerabilidad se ha hallado después de que la propia compañía declarara las Google Glass como un dispositivo «abierto y hackeable» tras la liberación de su código.