Un fotógrafo estadounidense aficionado a la astronomía captó el momento en el que un objeto, que parece ser un meteorito, impactó contra Júpiter.
Júpiter, el quinto planeta del sistema solar y el segundo más colosal por sus grandes dimensiones, es definitivamente el rey del universo, tanto que gira alrededor de un foco ubicado entre él y el sol, además de resistir grandes impactos que acabarían con otros similares.
La NASA reveló a través de una reciente imagen del telescopio espacial Hubble, el planeta exhibió un impacto en su superficie comparable en potencia a la explosión de una bomba atómica.
El astrónomo aficionado Ethan Chappel capturó el momento en que un destello aparece en el cinturón ecuatorial sur de Júpiter, y se extingue al cabo de un segundo y medio.
Las imágenes se pueden apreciar en un mensaje que fue compartido a través del usuario de la red social Twitter @ChappelAstro.
Los astrónomos de la NASA han comprobado que nadie más observó el evento, pero la filmación y las fotografías de Chappel permitieron averiguar más sobre la naturaleza del objeto que cayó sobre este planeta que tiene una masa casi dos veces y media la de todos los astros juntos.
En declaraciones al diario español ABC, Ricardo Hueso Alonso, astrofísico de la Universidad del País Vasco, dijo que las comparaciones con impactos previos indican que un objeto de entre 10 y 12 metros de diámetro cayó en Júpiter, a una velocidad aproximada de 60 kilómetros por segundo.
Al parecer, el objeto se transformó en una bola de fuego y acabó estallando, “liberando una energía comparable a la de una explosión nuclear”, a una altura aproximada de 100 kilómetros sobre las nubes de Júpiter.
La potencia de esta explosión y el tamaño del impacto es comparable al que en 2013 se produjo en Chelyabinsk, en Rusia.
Sin embargo, la potencia explosiva de este objeto en Júpiter sería superior y próxima a un megatón (unas 67 veces más potente que la explosión de Hiroshima, que alcanzó los 15 kilotones).
Sin daños a su estructura
Recientemente, la NASA dijo que Júpiter es tan masivo que su centro de gravedad no es precisamente el sol, pues el centro de gravedad entre Júpiter y el sol reside en un punto en el espacio un poco más allá de la superficie del astro.
Observado por la sonda espacial Juno, dedicada al estudio del planeta Júpiter como parte del programa espacial New Frontiers de la NASA, su masa sigue siendo 2.5 veces más grande que la del resto de los planetas del Sistema Solar.
Según la NASA, la bola de gas es tan grande que su baricentro está a un 7% del radio del sol más allá de la superficie del gran astro.
El hermano mayor
Un reciente artículo publicado en la revista especializada Nature explica la existencia de elementos como carbono o nitrógeno cerca de la superficie de Júpiter, lo que hace pensar podría que este coloso podría albergar los restos de otro planeta en su interior.
Según astrofísicos de Japón, China, Suiza y EEUU, que analizaron la estructura y la composición química de Júpiter, existe la posibilidad de una colisión de Júpiter con otro protoplaneta, lo que podría ser una prueba de que el sistema solar primitivo era un ámbito violento y lleno de choques interplanetarios.
«Suponemos que tales colisiones eran comunes en el joven sistema solar y que un evento similar también pudo haber ocurrido en Saturno», explicaron los investigadores.
El protector del universo
A pesar del tamaño del destello del impacto observado por el astrónomo Chappel, en la grabación se aprecia que el impacto fue minúsculo, apenas un punto de luz en la vasta superficie de Júpiter.
“Podemos decir que el brillo de la colisión es similar al que genera la luna Ío, de Júpiter, y que tiene un tamaño similar a la Luna”, destacó el científico.
Otros expertos aseguran que este tipo de colisiones ocurren una vez cada uno o dos años. De hecho, desde 2010 se han detectado otras seis.
Para los astrónomos, esto es importante para comprender la historia del Sistema Solar y la frecuencia de los impactos de asteroides y cometas en sus planetas y lunas.
Actualmente, se considera que en Júpiter caen una docena de objetos de 10 a 100 metros cada año, mientras que los mayores quizás caen una vez cada siglo.
Júpiter es para los científicos una especie de barrendero de cuerpos pequeños, y tiene tanta gravedad como para perturbar la órbita de otros cuerpos estables y hacer que, miles de años después, impacten contra planetas interiores, como la Tierra.
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