A sólo unos pocos pasos del círculo ártico, un equipo de arqueólogos y antropólogos descubrió los restos enterrados de cinco perros de hace dos milenios.
El hallazgo, en el sitio de excavación Ust-Polui, en Salekhard, al norte de Rusia, muestra que hace 2.000 años, las personas en la región siberiana cercana al Ártico daban mucha importancia a la relación con sus perros, informa Live Science. Los canes eran enterrados juntos en un cementerio y, al parecer, con un cuidado especial, lo que sugiere un grado de conexión emocional con estos animales.
Éste no ha sido el único descubrimiento de osamentas caninas en Ust-Polui. Investigaciones previas han revelado que muchos más perros se enterraron en el sitio.
«Lo más impresionante es que los restos de los perros son realmente abundantes en comparación con todos los otros sitios del Ártico. Hay más de 115 perros en el sitio», explica el conductor de la investigación, Robert Losey. «Típicamente, los sitios sólo tienen unos pocos restos; máximo 10», agrega.
La importancia de este nuevo descubrimiento es que muestra una «relación especial» entre el humano y la bestia. Sugiere que en esa época los perros tenían carácter de mascotas o de compañeros en la caza, y que eran respetados. Muchos de los cientos de huesos de perro encontrados en Ust-Polui han tenido marcas profundas de cortes, lo que indica que habrían sido faenados para comida o sacrificios rituales. Sin embargo, estos cinco perros encontrados recientemente, destacan porque no tienen esas marcas y parecen haber muertos por otras causas.
«Lo único que los distingue de las tumbas humanas es su ubicación y no hay otros animales en Ust-Polui que hayan sido tratados de esta forma», señala Losey.
Esta no es la primera instancia conocida de antiguos cementerios caninos. Con la Universidad de Alberta, en Canadá, Robert Losey ha trabajado en varios estudios que detallan la larga historia de los humanos con los animales. Un estudio previo realizado por Losey documentó la existencia de otros sitios fúnebres que contenían osamentas de perros, que datan del período Neolítico, alrededor de 8.000 años atrás.
Por IFLScience
Traducción, CCV El Ciudadano