Hace 4,500 años, en la llamada Edad de Bronce, la cultura que habitó en el noroeste de Arabia construyó una compleja red de caminos o “avenidas funerarias” de larga distancia, que unieron oasis y campos de pastoreo, rodeadas a su vez por miles de tumbas con un diseño particular.
Las regiones desérticas de la Península Arábiga y el Levante mediterráneo están atravesadas por innumerables caminos, a menudo identificables a nivel del suelo y aún más desde el aire por la erosión visible, por el desprendimiento de piedras y el desgaste. Si bien es probable que algunos hayan sido formados por manadas de ungulados (mamíferos con patas terminadas en pezuña) salvajes o domesticados que deambulan libremente, otros evidencian el movimiento de personas y sus animales de rebaño a través de estos paisajes.
Dichos caminos suelen estar flanqueados por miles de monumentos mortuorios del Holoceno (la última época geológica, desde hace 11,700 años hasta nuestros días), hechos con piedra, conocidos por los beduinos actuales como «las obras de los ancianos».
Estas tumbas tienen forma de túmulos anillados y no anillados, pequeñas torres circulares y, en su mayoría, estructuras con forma de cerradura o dije colgante (un triángulo con un círculo en uno de sus vértices). Se sabe que la gran mayoría de estas estructuras son tumbas debido a la presencia de una cámara funeraria revestida de piedra. Estos llamados “colgantes”, que con frecuencia están orientados hacia los caminos, contienen restos humanos que datan de mediados del tercer milenio a. C.
¿Cómo los descubrieron?
Con ayuda de imágenes satelitales, fotografías aéreas desde drones y helicópteros, estudios de terreno y excavaciones, el equipo de científicos de la Universidad de Australia Occidental (UAO) localizó estas grandes “avenidas” en un área de 160,000 kilómetros cuadrados, con más de 17,800 tumbas, de las cuales alrededor de 11,000 formaban parte de estos caminos.
“Las avenidas funerarias eran las principales redes de carreteras de su época y muestran que las poblaciones que vivían en la Península Arábiga hace 4,500 años estaban mucho más conectadas social y económicamente entre sí de lo que pensábamos”, dijo en un comunicado el Dr. Matthew Dalton, de la Escuela de Humanidades de la UAO y autor principal de la investigación.
En el estudio se menciona que se encontró una mayor concentración de monumentos funerarios en las avenidas ubicadas cerca de fuentes de agua permanentes, y la dirección de estos caminos indica que las poblaciones las usaban para viajar entre los oasis históricos de Khaybar, AlUla y Tayma.
Las avenidas consideradas como menores se desvanecen en los alrededores de estos oasis, lo que sugiere que las rutas también se usaban para trasladar rebaños de animales domésticos a los pastos cercanos durante los períodos de lluvia.
“Estos oasis, especialmente Khaybar, exhiben algunas de las concentraciones más densas de monumentos funerarios conocidas en todo el mundo”, dijo el Dr. Dalton. “La gran cantidad de tumbas de la Edad del Bronce construidas a su alrededor sugiere que las poblaciones ya habían comenzado a establecerse de manera más permanente en estos lugares”.
El estudio “Las “avenidas funerarias” del Holoceno medio del noroeste de Arabia” fue publicado por la revista de revisión por pares The Holocene el 13 de diciembre de 2021.
Con información de www.uwa.edu.au y journals.sagepub.com/home/hol