Gracias a algunos debates que se han vuelto virales en Internet, el tema de la percepción del color ha estado dando algunas vueltas en la mente colectiva. El investigador Kevin Loria, de Business Insider, Australia, ha llevado este conocimiento a un terreno más serio, investigando en la historia de la percepción humana del color azul. Las investigaciones de Loria incluyen los orígenes de la palabra azul y sugieren que la percepción del color no existía antes de que se hubiera creado una palabra para describirlo. La base de la teorización del investigador está en un episodio llamado Colors, del podcast Radiolab, en el que se discutió acerca de la primeras veces en que se usó la palabra azul.
Hace unos 150 años, un académico británico llamado William Gladstone estaba estudiando La Odisea, de Homero, y notó que el poeta hacía algunas descripciones poco convencionales de los colores. Por ejemplo, la miel era descrita como verde, mientras el hierro era descrito como violeta. Sin embargo, no había ninguna mención al color azul. Otros textos antiguos estudiados, en otros idiomas, también carecían de la palabra azul. De hecho, no hubo mención al azul en ningún lenguaje hasta hace aproximadamente 4.500 años. ¿Es posible que en ese tiempo no fueran capaces de percibirlo como lo hacemos ahora?
El psicólogo Jules Davidoff viajó a Namibia para conducir un experimento con la tribu Himba. Su lenguaje no tiene una palabra distintiva para el azul, y cuando se les pide que elijan un cuadrado azul entre un grupo de cuadrados verdes, les es extremadamente difícil.
Pero su lenguaje es muy descriptivo con el concepto de verde. Así como para la mayoría de nosotros el color azul destaca entre los verdes, los himbas son capaces de diferenciar cuál cuadrado verde tiene un tono diferente de los otros –en la imagen de más abajo. ¿Usted puede diferenciar el cuadrado verde con un tono que difiere de los otros?
La siguiente imagen deja al decubierto la respuesta correcta, y una vez que uno la ve, el cuadrado que se supone que es diferente, puede volverse un poco más identificable al revisarlo nuevamente.
Se vuelve difícil decir a ciencia cierta qué colores podían ver o no ver nuestros ancestros, porque el color sólo existe en la medida en que es percibido por un individuo. ¿Eran daltónicos al color nuestros ancestros? ¿O sólo carecían del vocabulario para articular lo que estaban viendo? ¿O sus cerebros no se daban el trabajo de ver el azul como un color diferente de los otros?
Davidoff dice que sin una palabra para un color, sin una manera de identificarlo como diferente de otros, es mucho más difícil para los humanos poder notar qué es lo que lo hace único –aunque nuestros ojos físicamente los vean, al mismo tiempo nuestros cerebros los ignoran.
Así es que antes de que el azul se volviera un concepto común, tal vez los humanos lo vieron, pero al parecer no eran conscientes de ello.
¿Quizás los colores empezaron a existir de a poco a través del tiempo? Técnicamente no, puede ser que nuestra habilidad para notarlos se desarrolló de manera paulatina.
El estudio del color es un área fascinante, no sólo para el arte, sino también –y en gran medida– para la ciencia (óptica física, neurociencias), y mientras las preguntas se siguen formulando, las respuestas aún no se configuran con claridad. Tal como nuestra relación histórica con los colores.
CCV, El Ciuddano
Fuentes: IFLScience; Business Insider