Investigaciones pasadas han encontrado que las personas con menores habilidades cognitivas son más propensas a ser prejuiciosas. Pero los prejuicios no son exclusivos de este grupo. Un nuevo estudio sugiere que no es el hecho de ser prejuicioso lo que se relaciona con los diferentes niveles de inteligencia, sino contra qué nos formarnos esos prejuicios.
Los investigadores y psicólogos sociales, Mark Brandt y Jarret Crawford, hicieron un experimento con casi 6.000 sujetos para desentrañar esta supuesta relación entre habilidad cognitiva y prejuicio. Sin considerar juicios de valor como ‘qué prejuicios son justificados y cuáles no’, midieron la cantidad de prejuicios que había entre personas con mayores y menores habilidades cognitivas. Para medir el nivel de habilidad cognitiva de los participantes, los investigadores usaron un test verbal especializado que se relaciona con el coeficiente intelectual.
Los resultados de Brandt y Crawford coincidieron con los anteriores, en que se señalaba que las personas con poca habilidad cognitiva tienden a ser más prejuiciosas contra los grupos sociales no convencionales o liberales, y también contra las personas que no han elegido nacer de una forma u otra (raza, género, orientación sexual, por ejemplo). Por el contrario, las personas más inteligentes resultaron ser más prejuiciosas contra las personas de grupos más convencionales o conservadores
«[En general] las personas tienden a rechazar a quienes son diferentes de ellos», dicen los autores a Broadly. «Menospreciar a quienes tienen otra visión de mundo ayuda a reafirmar la validez de la propia ideología», explican.
Pero el hallazgo más interesante de este estudio fue que, si bien todos tendían a discriminar a cierto grupo, los participantes con bajo nivel de habilidad cognitiva resultaron ser prejuiciosos contra personas que no eligen ser parte de un grupo: por raza, etnia, estrato social u orientación sexual. Este resultado es impactante a la luz de una época en que masas de gente luchan para terminar con la discriminación contra la comunidad LGBT, los musulmanes o los negros.
Los autores del estudio citan investigaciones previas que han mostrado cómo las personas con menor capacidad cognitiva, con frecuencia «esencializan» o ven que los diferentes grupos tienen claras y marcadas diferencias.
«Tener separaciones claras ayuda a las personas a sentir que un grupo diferentes es distante y no representa una amenaza», señalan Brandt y Crawford, quienes mencionan el caso de Trump y su plan para construir un muro que evite la entrada de los mexicanos a Estados Unidos; un ejemplo de límite real que refleja los límites mentales.
Fuente, Broadly
El Ciudadano
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
