Dos nuevas especies de hormigas con púas en las espalda, hicieron a sus descubridores recordar a los dragones de la khaleesi Daenerys Targaryen. Los investigadores las bautizaron Pheidole drogon y Pheidole viserion.
Los científicos no pudieron evitar recordar a los dragones de la serie Juego de Tronos y por eso las llamaron con los nombres de dos de esas bestias míticas.
Las dos especies recién descubiertas son de Papúa Nueva Guinea tienen púas espinosas a lo largo de sus espaldas y hombros, con un inusual grupo de músculos detrás de ellas, informa The Guardian.
Al principio, los investigadores pensaron que las púas espinosas habían evolucionado como defensa contra los depredadores, pero al descubrir los músculos que tienes por detrás y por debajo de ellas, concluyeron que puede tratarse de una estructura que les ayudaría a sostener su cabeza, la que puede llegar a ser desproporcionadamente grande.
El equipo de científicos comenzó sus trabajos buscando especímenes de la hormiga espinosa Pheidole, que tiene espaldas y hombros de exagerado tamaño y que se encuentra en las colecciones de varios museos en EEUU y Japón. Luego, con una técnica llamada microtomografía, parecida al scan médico CT. Así examinaron los exoesqueletos y cuerpos de hormigas de diferentes rangos sociales.
La mayoría de las poblaciones de hormigas Pheidole tienen reinas madres, trabajadoras pequeñas menores y trabajadoras fornidas mayores, también llamadas soldados. Las mayores tienen cabezas grandes y mandíbulas enormes que actúan como molinos para moler las semillas que son demasiado duras para que las hormigas menores las puedan abrir. Las grandes cabezas de las mayores están llenas de musculatura que les ayuda a levantar estos objetos pesados.
En el estudio, que fue publicado en PLOS One, el conductor principal del estudio, Eli Sarnat, del Instituto de Ciencias y Tecnología de Okinawa, sugiere que la recién descubierta presencia de estos músculos podría indicar que las púas también juegan un rol en sostener sus colosales cabezas.
«Con toda probalilidad, las espinas sirven como una especie de mecanismo defensivo, pero el problema es cómo evolucionaron, en primer lugar. Uno pequeño espinazo no ayuda como mecanismo de defensa. Por eso es posible que haya habido otro uso que les hubiera dado una ventaja cuando eran pequeñas», explica Sarnat. «Las espinas en su espalda no tienen ningún músculo como en los hombros, por lo que las de de los hombros pudieron haber sido importantes como mecanismo de soporte esqueleto-muscular para la cabeza de las hormigas soldado», agrega.
«Es intrigante que estas hormigas tengan espinazos tan impresionantes, y es interesante, considerar que pudieron haber servido para otra función que sólo defensa», dice James Traniello de la Universidad de Boston, quien no participó en el estudio. Sin embargo, Traniello dice que se necesitarían más estudios para probar esta teoría, porque aunque los trabajadores menores tienen cabezas más pequeñas que los soldados, también tienen espinazos que parecen estar igualmente desarrollados.
Sarnat está de acuerdo en que se requieren más estudios para entender cómo es que evolucionaron estos espinazos y musculaturas. Con respecto a la inspiración para bautizar a estas hormigas, el científico cuenta a The Guardian: «Al principio le pedí ayuda a mi mujer, quien dio un nombre muy bueno y coherente, pero luego, con el resto del equipo nos dimos cuenta de que los colores de P. drogon y de P. viserion calzaban con las escalas de colores de los dragones del drama de fantasía, del que todos somos fans«.
El Ciudadano