El canto calma a los niños por más tiempo que el habla

No podemos dudar de que hay una entrañable relación entre la música y el Ser Humano

El canto calma a los niños por más tiempo que el habla

Autor: Sofia Olea

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No podemos dudar de que hay una entrañable relación entre la música y el Ser Humano. Quizás por todo el tiempo que este arte lleva acompañando a la humanidad, y a juzgar por estudios previos, se ha creado un vínculo que se manifiesta desde la etapa intrauterina del crecimiento.

Los resultados de una nueva investigación sobre reacciones de niños muy pequeños ante una voz que habla o la misma voz cantando, son muy reveladores de la magnitud del vínculo entre nuestra especie y la música.

Isabelle Peretz, Mariève Corbeil y Sandra E. Trehub, de la Universidad de Montreal en Canadá, investigaron las reacciones de infantes de muy corta edad al habla en un idioma desconocido o el canto en ese mismo idioma.

Para asegurar que la reacción de los niños ante la música no estuviera influenciada por otros factores, las investigadoras tomaron todas las precauciones necesarias, como la sensibilidad frente a la voz de la madre. En primer lugar, tanto la música como el habla que escucharon los niños eran de un idioma desconocido para ellos, concretamente turco. En el caso del habla, esto incluía las locuciones en el estilo normal en el que un adulto dialoga con otro y también las locuciones en el tono dulce con que los adultos suelen hablarles a los bebés y niños pequeños. Con esta primera precaución, quedaba asegurado que tanto el contenido de la canción como el del habla no fueran reconocibles.

En segundo lugar, los bebés no fueron expuestos a ningún otro estímulo. Aunque sus padres estaban en la habitación, se hallaban sentados detrás de ellos, así que sus expresiones faciales no podían influir en las de sus hijos. Los infantes fueron expuestos a grabaciones, para asegurar que estas fueran idénticas para todos los niños y no hubiera interacciones sociales entre el intérprete y el niño.

Las investigadoras hicieron sonar las grabaciones hasta que los niños pequeños mostraron inconfundibles señales de aburrimiento. Expuestos al habla, los bebés permanecieron calmados por un promedio de 4,5 minutos, tanto si éste era al estilo adulto, como al estilo dirigido a bebés.

En cambio, durante su audición de la canción turca, los bebés permanecieron calmados por un periodo promedio de 9 minutos.

Fuente: NCYT


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