El significado del amor, la ira y la ansiedad puede variar entre las culturas

Los idiomas de regiones cercanas pueden compartir más semánticamente que los que están más separados,

El significado del amor, la ira y la ansiedad puede variar entre las culturas

Autor: Pedro Pérez

Somos seres emocionales y afectivos, más allá de racionales, esa es nuestra naturaleza. De hecho, a mediados del Siglo pasado Paul Ekman definió la ira, el asco, el miedo, la alegría, la tristeza y la sorpresa, como las seis emociones básicas universales en las personas. Asimismo, Allan Pease, un experto en lenguaje corporal, hizo referencia a lo homogéneo que pueden llegar las formas expresivas del hombre y la mujer. Sin embargo, tres de nuestras emociones pueden diferir entre las culturas.

Si bien existen cualquier cantidad de argumentos y  best seller que hablan a favor y en contra de ciertas emociones humanas, como la ira y el miedo, afirmando que éstas son universales, los significados de las palabras utilizadas para expresarlas varían significativamente de una cultura a otra, según investigadores.

Ciertamente, han tocado una de las emociones más complejas de analizar, como es el caso del amor, un sentimiento universal que varía en su forma expresiva de persona en persona.  

Para explorar si el concepto de una palabra como «amor» es el mismo en diferentes lenguas, por ejemplo turco e inglés, un equipo internacional de investigadores examinó una muestra de 2.474 idiomas.

Los expertos buscaron ejemplos de lo que se conoce como colexificación, donde una palabra tiene más de un significado en un idioma. Por ejemplo, en francés la palabra » mujer » puede significar tanto mujer como esposa.

Tomando en cuenta que los humanos comparten ciertas emociones básicas debido a nuestros procesos biológicos, los investigadores han argumentado que los conceptos, como la ira, no provienen de estructuras cerebrales compartidas, sino de inferencias aprendidas socialmente sobre la supervivencia. Y es aquí donde entra la parte cultural que no diferencia y condiciona frente a otros.

Los expertos buscaron ejemplos de lo que se conoce como colexificación, donde una palabra tiene más de un significado en un idioma. Por ejemplo, en francés la palabra » mujer » puede significar tanto mujer como esposa.

Una nueva teoría

Para explicar los argumentos de una manera más sencilla, estos científicos supusieron que los idiomas de regiones cercanas pueden compartir más semánticamente que los que están más separados, y encontraron en su investigación que las emociones varían más de tres veces más que el color en su significado entre los grupos de idiomas.

Eso es «una enorme cantidad de variabilidad«, dijo el coautor del estudio Joshua Conrad, estudiante de doctorado en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill.

De acuerdo con el estudio, la «ira», por ejemplo, se asoció con «envidia» en los idiomas Nakh-Daghestanian, pero se relacionó con los términos «odio», «malo» y «orgulloso» en los idiomas austronesios. Mientras tanto, «amor» estaba conectado a «lástima» en lenguas austronesias.

En los idiomas indoeuropeos, la «ansiedad» estaba más estrechamente ligada a la «ira», pero al «dolor» y al «arrepentimiento» en los idiomas austroasiáticos.

A pesar de esta variabilidad, los expertos aclaran que había algunos aspectos de las  emociones, como por ejemplo, el placer, que parecían universales.

Eso sí, el estudio da una comprensión más clara de las emociones humanas, pues sugiere que los sentimientos de placer y excitación fisiológica podrían ser universales.

Durante mucho tiempo, los psicólogos han estudiado cómo los humanos entienden sus mundos, y este enfoque proporciona las herramientas para hacer estos análisis en una escala sin precedentes, un análisis verdaderamente global de la emoción, pero los expertos saben que necesitan reunir datos lingüísticos de miles de idiomas.

Sensibles a la cultura

La investigación también sugiere que las emociones son muy sensibles a la cultura y que el significado de ciertas emociones puede transmitirse a través de las culturas a través de formas de contacto como la migración, la conquista o el comercio.

Durante mucho tiempo, los psicólogos han estudiado cómo los humanos entienden sus mundos, y este enfoque proporciona las herramientas para hacer estos análisis en una escala sin precedentes, un análisis verdaderamente global de la emoción, pero los expertos saben que necesitan reunir datos lingüísticos de miles de idiomas.

Para este estudio, los expertos reunieron un equipo internacional de lingüistas, antropólogos, psicólogos, informáticos y estadísticos que tenían experiencia en un área diferente, esto con el objetivo de tener una visión más global de las emociones “universales”.

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